El boxeador argentino Lucas Matthysse, que el sábado fue noqueado en su intento por ganar el título mundial superligero CMB en Estados Unidos, despejó hoy dudas sobre su futuro y aseguró que le queda "una carrera por delante" pese a la derrota ante el ucraniano Viktor Postol, sobre quien aclaró que no se trata de "ningún muerto".
"Perdí con el número uno del ranking, no perdí con ningún muerto. Ahora hay que seguir, tengo una carrera por delante. Es momento de descansar y luego esperar a ver que pelea me dan, seguramente algo bueno va a salir porque estoy bien posicionado (sucede a Postol en el escalafón de la CMB)", afirmó el chubutense al llegar hoy al país.
Matthysse, de 33 años, perdió con Postol por nocaut en el décimo round en una pelea que puso en juego el título vacante superligero del Consejo en la ciudad de Carson, condado de Los Angeles.
"Ahora tendré que trabajar para volver a ganarme una chance mundialista, siempre tuve que hacerlo para poder pelear contra los mejores", se despreocupó La Máquina, confiado en volver a integrar grandes carteleras en la meca del boxeo.
Consultado sobre el desenlace del combate el sábado, Matthysse reconoció que la derecha que le aplicó Postol en el décimo asalto le provocó "una sensación de estallido en un ojo", por lo que prefirió dejar transcurrir la cuenta de protección hasta quedar dictaminado el nocaut.
"No podía ver bien, de haber recuperado la visión me hubiera levantado. No tuve una buena noche, no se bien que me pasó. Me sentí un poco atado y me costó encontrar la distancia, pero no tengo nada que reprocharme porque hice una muy buena preparación junto a mi equipo", cerró el boxeador antes de marchar a Junín, su ciudad de residencia.