Matt Bommer en 'Magic Mike XXL': “Tuvimos una dinámica muy divertida”

Se estrenó en Mendoza “Magic Mike XXL”, la secuela del éxito de 2012. Allí se destaca el actor revelación Matt Bommer. En esta entrevista exclusiva, el detrás de escena de la última gran aventura de los strippers más famosos del cine.

Matt Bommer en 'Magic Mike XXL': “Tuvimos una dinámica muy divertida”

¿Podés contarnos un poco sobre Ken, tu personaje, y cómo lo encontramos en esta secuela?

-Ken es alguien que está en una verdadera encrucijada en su vida cuando nos encontramos con él en la película. Lo que me encanta del personaje es que es una especie de versión moderna del hippie del siglo XXI. Está muy metido con la meditación, la comida orgánica, y todas las modalidades de curación (es un sanador de Reiki).

Libremente les prescribe y les impone medicamentos a los demás, que me parece que es una contradicción divertida e interesante, porque nadie necesita esas cosas más que él. Ken, al igual que muchos de sus compañeros, está viendo el final de un capítulo de su historia porque bailar para ganarse la vida está empezando a llegar a su fin, y está tratando de averiguar qué es lo que va a pasar con él. Creo que ésta es una de esas profesiones donde uno se despierta un día, de repente estás en los treinta y te ponés a pensar:

“Oh, Dios mío, ¿qué voy a hacer? Fue una fiesta increíble durante quince años, pero no puedo hacer esto para siempre.” Ahí es donde creo se encuentran algunos de nuestros muchachos cuando nos encontramos con ellos. Están haciendo lo del baile como un trabajo alternativo mientras tratan de averiguar cómo van a salir juntos de todo esto y convertirse en adultos.

-¿Qué se sintió volver a subirse una vez más al escenario junto a Channing y los demás?

-Tuvimos una dinámica muy divertida. Channing es un gran líder en el set, incluso lo fue en la primera película. Estábamos creando una especie de realidad externa, mientras que Channing estaba al frente llevando la historia. Pero nos hizo sentir muy valorados e importantes, y en general, todos teníamos un montón de cosas divertidas que hacer.  Así que en realidad sólo volvimos a la dinámica de grupo que habíamos creado en la primera. Me parece que tuvimos mucha suerte de tener un muy buen grupo de actores y que todo el mundo se llevara tan bien y apoyaran unos a otros.

Es una de las pocas películas en las que he trabajado, donde la gente se quedaba después de su jornada de trabajo para apoyar a todos los demás, y ver cómo filmaban sus escenas. Todos fuimos “socios responsables” en términos de asegurarse de que comamos bien y no dar un paso en falso en Savannah, Georgia -una de las capitales del mundo en cuestión de comidas-, tratando de conseguir un poco de pollo frito. Todos entrenábamos y nos teníamos el uno al otro para apoyarnos, quejarnos en turnos, y siempre darse una mano mutuamente.

-¿Qué se sintió volver a ponerse en forma físicamente, y a realizar coreografías, sobre todo después de que perdiste mucho peso para realizar la película "Un Corazón Normal"?

-Creo que mi cuerpo decía algo así como: “Bueno, decidite. ¿Querés ser flaco? ¿Querés ser musculoso? ¿Qué estamos haciendo acá?” (ríe). Parte de la diversión de todo esto, y una de las cosas más divertidas para mí de ambas películas, fue poder trabajar con Alison Faulk y Teresa Espinosa, la coreógrafa y asistente de coreografía respectivamente, de los dos films. Tienen una ética de trabajo profunda e inspiradora, y estuvimos haciendo nuestras rutinas un mes y medio antes de comenzar a filmar. Ensayábamos en pequeños estudios en Hollywood, sudando día tras día.Y fue una experiencia muy interactiva, que fue genial.

En el momento en que llegábamos a filmar, no querías tener todo escrito en piedra, pero sentías que estabas preparado para ese momento en que había 2.000 personas gritando en el público, todo gracias al trabajo que habías hecho con Alison y Teresa. Y los demás estaban tan bien informados en cuanto a lo físico, especialmente Joe Manganiello y Kevin Nash. Ellos saben todas las cosas que hay que comer y cuándo beber los batidos de proteínas y todo eso, así que me incliné en depositar toda mi confianza en ellos para que me ayuden. Todos estábamos ahí para el otro cuando teníamos un día de 12 horas de trabajo y todavía teníamos que ir al gimnasio por la noche.

-¿Qué te gustó de trabajar con Greg Jacobs, el director?

-Trabajamos codo a codo con él. Greg es tan cariñoso y respetuoso de los artistas. De verdad querés hacer el mejor trabajo que puedas por él porque sabes lo mucho que se preocupa y cómo invirtió en esta historia. Cree en cada uno de nosotros. Hay una sensación como de amor que proviene de él. Siempre digo que si todo el mundo hubiera tenido a Greg Jacobs como su papá, todos los terapeutas del mundo hubiesen ido a la quiebra porque es muy comprensivo, relajado y cariñoso. Al mismo tiempo, tenía un gran sentido del mundo que estaba creando. Sabía cómo trasladarte al mundo de la película que quería crear.

-¿Tenés alguna escena favorita o algún momento particularmente divertido o memorable?

-Cada día; es tan difícil elegir sólo una. En primer lugar, me encantó estar en Savannah. La ubicación era muy divertida. Lo que voy a recordar, sobre todo, al menos eso creo, fue estar en ese camión de comida con los demás. Realmente estuvimos en él rodando por la ruta en Georgia haciendo estas escenas en esos espacios reducidos, y fue muy gracioso de filmar. En cuanto a algún momento, diría que fue cuando empezamos a recrearnos con nuestros hábitos en el camión de comida. Actuar mientras veíamos a Joe, a quien conozco desde los 18 años, hacer su gran escena en el minimercado fue inolvidable. Muy divertido. Terminamos con una sonrisa en nuestras caras todo el tiempo.

-En esta película cantás...

-Eso fue un sueño loco hecho realidad. “Magic Mike” (2012) era un film indie de bajo presupuesto, por lo que entre medio de las rutinas de baile salíamos y entreteníamos a los extras.  Recuerdo estar sentado, y Channing me entrega el micrófono y me dice: “¿Qué sabés hacer?” “No sé”, le respondí.

Y Joe, que como dije conozco hace tiempo, me dice: “Cantá algo”. Respondí: “¿Qué debería cantar?” Channing dijo: “Cantá D'Angelo”. Así lo hice y lo recordó. Así que cuando llegó el momento de hacer esto, pensó que debía cantar algo. Fue una increíble, salvaje e inolvidable experiencia.

Perfil de un galán

Matthew Staton Bomer nació en Webster Groves, Missouri, en 1977. Se recibió en la universidad con un título de Bellas Artes. Después de recibirse se trasladó a Nueva York en donde comenzó a trabajar en teatro. Su carrera en televisión empezó en el año 2000, pero recién tendría reconocimiento en la serie “Tru Calling” (2003-2005), en donde interpretaba a Luc, el interés amoroso de Tru (Eliza Dushku), la protagonista.

Ese trabajo le abrió las puertas del cine y debutó en “Plan de Vuelo” (Flightplan, 2005), junto a Jodie Foster. La verdadera fama le llegaría con la serie “White Collar” (2009-2014); allí personificaba a Neal Caffrey, un ladrón de guante blanco que ayudaba al FBI a atrapar criminales de su misma categoría. Bomer es uno de los actores más solicitados del momento, entre sus próximos proyectos se encuentran participar en “American Horror Story: Hotel”, la quinta temporada de la serie; ponerse en la piel de Montgomery Clift en el film biográfico “Monty Clift”; y en la película de suspenso “The Nice Guys”.

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