Los vecinos cuentan que el hombre era celoso en extremo: que seguía a su mujer cuando salía a comprar por el barrio, que lo veían incluso esconderse detrás de los árboles, que frecuentemente peleaban, discutían; siempre era el mismo problema: celos.
La semana pasada, luego de que ella lo denunciara, fue imputado por amenazas. Desde la Oficina Fiscal 9 ordenaron una prohibición de acercamiento; incluso pidieron una pericia psicológica, algo extremo para un delito menor, como es una amenaza. El estudio determinó que Oscar Rubén Suárez Elizondo (59) es una persona normal, con una inteligencia promedio, acorde a su edad y formación.
Pues bien, ayer al mediodía, Suárez le dio a su mujer María del Carmen Saldaño (56) doce puñaladas: 7 en el tórax y 5 en el cuello. Luego, se autolesionó con el mismo cuchillo con el que mató a su mujer, pero sólo resultó con heridas leves.
La muerte de María Saldaño -un claro caso de femicidio- se produjo ayer en Granaderos de San Martín y Sarmiento de Guaymallén, en una vivienda donde hasta hace pocos días la pareja había vivido. Los dos habían cuidado durante 5 años y hasta la semana pasada, por cuenta de Pami, a la dueña de esa propiedad.
Después de la última pelea y de la consecuente denuncia, habían dejado el trabajo. Ella se había mudado a Maipú y él a la casa de sus hijos en el barrio Lihué.
Ayer, al mediodía, María fue a la casa donde cuidaba a la anciana junto a uno de sus hijos, su yerno y el chofer de un taxi-flet, a buscar sus pertenencias. Los hombres iban y venían desde la casa hasta el vehículo con muebles cuando Suárez ingresó a la vivienda sin que se dieran cuenta.
“Fue todo muy rápido. Nadie pudo hacer nada para detenerlo”, confiaron desde la fiscalía de Guaymallén, donde Gonzalo Nazar instruye la causa.
El hombre encontró a la mujer en una galería cercana a la cocina, casi al fondo de la vivienda. Allí, con un cuchillo Tramontina, la apuñaló.
"El nuevo cuidador de la dueña de casa vio cuando el marido la apuñalaba y alertó a los parientes de la mujer", indicó la fuente consultada.
En ese momento, el hijo y el yerno llegaron al lugar pero la víctima estaba ya en el piso, en un gran charco de sangre, sin vida. Trataron de detener a Suárez, que en ese momento se autolesionaba, tal vez tratando de quitarse la vida, aunque las heridas que tiene son leves.
“Yo estaba en mi casa cuando escuché gritos y salí a la vereda. Entré a la casa, sin saber qué pasaba, me llevé a la viejita a mi casa y cerré con llave”", explicó Clara, una vecina.
La misma testigo contó que "seguían los gritos, ella pedía auxilio y el hijo decía 'dejala, dejala' y yo no sabía qué estaba pasando".
Finalmente, Clara vio al hijo de María en la vereda, llamando a la Policía y a una ambulancia.
Ayer por la tarde, personal de Científica trabajaba aún en la vivienda, donde se encontró un cuchillo tipo Tramontina, un cuchillo de asado y hasta una tijera ensangrentada.
Suárez en ese momento ya estaba en una sala común del hospital Central, con custodia policial. En principio, por la sangre que tenía, se pensó que su vida podía estar en riesgo, pero luego se determinó que sus heridas son leves. En los próximos días será imputado por femicidio, un delito que tiene pena de prisión perpetua.
Una vecina: "Él marido siempre fue celoso"
Según contó Clara, una vecina de la víctima, los problemas de la pareja eran de vieja data, de siempre, aunque en la Oficina Fiscal 9 sólo hay una denuncia, la de la semana pasada.
“Siempre era el mismo problema: él era celoso. Yo le decía que se separara pero ella lo aguantaba, decía que le daba vergüenza separarse”, comentó ayer la vecina.
“Ella era muy alegre, muy guapa, pero se veía que tenía cara de sufrida”, agregó otra vecina de la pareja.
Según ambas mujeres, le había pegado muchas veces. Desde que llegaron a la casa de la anciana que cuidaban -hace cinco años- siempre hubo situaciones de celos y violencia.
“Era muy celoso, la seguía cuando iba a hacer las compras, la espiaba detrás de los árboles, no la dejaba tranquila”, indicó Clara.
La ley
Art. 4. Ley Nº 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales: “Se entiende por violencia contra las mujeres a toda conducta, acción u omisión, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal. Quedan comprendidas las perpetradas desde el Estado o por sus agentes. Se considera violencia indirecta, a los efectos de la presente ley, toda conducta, acción omisión, disposición, criterio o práctica discriminatoria que ponga a la mujer en desventaja con respecto al varón”.
Denuncias
Las mujeres víctimas de violencia pueden comunicarse al 144, línea gratuita disponible todos los días.