Lo que temían las autoridades finalmente se convirtió en una realidad. El coronavirus llegó a las cárceles: el primer infectado de Covid-19 es un hombre de 49 años, alojado en la Unidad Penal 23 de Florencio Varela, Buenos Aires, y condenado a prisión perpetua por asesinar a su hija de 8 años.
El contagiado se llama Julián Arakaki (49), quien fue internado tras dar positivo en el Hospital Interzonal General de Agudos del Presidente Perón. Se trata de un recluso que padece una enfermedad renal crónica y necesita tres diálisis semanales (lunes, miércoles y viernes), por lo que sale con frecuencia al hospital por motivos de salud.
Arakaki había sido condenado a prisión perpetua en 2015 al ser hallado culpable de "homicidio calificado por el vínculo". En 2012, el hombre había asfixiado hasta la muerte a su pequeña hija de 8 años. Según constató la Justicia, se trató de una venganza contra su ex pareja, la madre de la nena, de quien acababa de separarse, detalló Clarín.
El preso empezó con síntomas el pasado viernes, cuando estaba en uno de sus controles. El médico que lo atendía notó que Arakaki tenía fiebre, por lo que de inmediato activaron el protocolo y le realizaron el doble hisopado. El resultado fue oficializado este domingo por el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB): Arakaki tiene Covid-19 y es el primer recluso en Argentina con la enfermedad.
"La guardia ya está al tanto. Hemos tomado conocimiento y están aislados los nueve oficiales que lo llevaron al hospital. Se les ha explicado siempre cómo llevar al interno (…). No nos alarmemos, no nos desesperemos, no salgamos corriendo. Va a llegar a todos, lamentablemente", comentó el director del penal.
“El tema es que tenemos que tomar conciencia (…). No tomemos mates, no andemos a los besos y tomemos conciencia de que el virus va a llegar. Lo importante es estar preparado y con todas las medidas de precaución y prevención. El interno está compensado”, señaló.