Mató mil

Es una de las bandas ícono de la escena indie platense. Tras cuatro años de distorsionar guitarras en vivo, grabaron su segundo disco "La Dinastía Scorpio". Santiago Motorizado resume aquí, pasado y presente de la banda que hoy toca en N8 Estudio.

Mató mil
Mató mil

Suena el teléfono de

Santiago Barrionuevo

. Varias veces. “¿Hola?”, el saludo se escucha bajito, como adormilado. Al segundo, la voz se despierta, estira los brazos, se disculpa: “Me había acostado un ratito porque ayer me quedé terminando el arte de tapa del disco nuevo. Estoy cargando la info a mano, la idea era que quedara rústico y lindo”.

-¿Ya hay nombre?

-Sí, “La Dinastía Scorpio”.

-Suena a película fantástica clase B.

-Puede ser de libre interpretación (risas). Porque aquí abandonamos el concepto duro que manejamos en la trilogía de EP (tres ensayos sobre el nacimiento, la vida y la muerte que la banda platense cerró en 2008) para abrirnos a una idea más abarcativa. En este disco queríamos jugar con el formato, por eso reunimos las canciones que habían quedado afuera porque no se ajustaban al concepto y las mechamos con otras nuevas. En total grabamos 15 pero van a quedar 11.

-Hay que descartar tres. ¿Es difícil?

-Grabamos sin pensar en lo que iba a quedar. Pero en realidad, ya había dos que ya las habíamos abandonado en la etapa de preproducción porque no nos gustaban tanto por el registro. Entre esas, “Dos galaxias”, uno de los simples. El otro es “Mujeres bellas y fuertes”, recientemente colgado en su web.

Santiago Motorizado

postea el adelanto y se lo intuye en bermudas, ojeroso, algo despeinado. Es que antes de ser frontman y bajo de

El Mató a un Policía Motorizado

, este tipo de pinta bonachona (¡vade retro, pose rockstar!) es artista visual. Y acaba de pasar más de doce horas aferrado a la microfibra: “No quería cortar con el ritmo de trabajo y pasé de largo hasta las 8 de la mañana. Me faltan las letras”.

-¿También las vas a escribir mano?

-Esa era una opción, porque para el diseño elegí una pintura cuyo fondo se extiende por fuera y por dentro del disco. ¿Y sabés qué? Lo voy a hacer.

-Es un proceso un poco 'obse', ¿no?

-Pero, ojo, no las escribo tal cual, las resumo en pocas líneas porque no repito los fraseos. Esa es una costumbre que me quedó de cuando diseñé el arte de la trilogía -“

Navidad de reserva"

(2005),

"Un millón de Euros"

(2006) y

"Día de los muertos"

(2008)-; por cuestiones de ‘packaging’ había que ser concreto.

Había que ser concreto y ajustar las pretensiones al bajo presupuesto. Santiago se cuelga en un recuerdo; ‘Monchito’, su perro, se le pega a las piernas: “Pensar que los primeros discos los grabamos en estudios caseros, bien low fi. Y a pesar de eso, y de que tenemos muy poca difusión, la música llegó a lugares inesperados”.

Oh, vamos a la ruta

Vaya que viajó su rock distorsionado, galáctico, amigable. El otoño del año pasado, los cuatro fantásticos emprendieron una gira llamada “Nuevo Magnetismo” que, en su mapa latino, unió La Plata, San Luis, nuestra provincia (estuvieron en el ciclo “Suena”, en el cine Universidad), Buenos Aires y Porto Alegre; y en su versión europea, los reencontró con España y Francia.

-¿Y con el público de allá, qué tal?

-Siempre que vamos a un lugar por primera vez, nos esperamos nada; dejamos que las cosas nos sorprendan. Mucho más, en lugares tan lejanos.

Y la relación de El Mató con el Viejo Continente, fue explosión de onda inmediata. El aterrizaje debut fue el escenario barcelonés del Festival Primavera Sound 2010, que reúne bandas de la escena indie, históricas o emergentes; que poco vemos por aquí. Apura la foto sepia, el bajista: “Participar de esta maquinaria fue increíble pero el resto de los toques los fuimos armando con conocidos, de forma casera. Recién un año después, cuando volvimos, realmente disfrutamos. Claro: ya habíamos aprendido de los errores y afilado la logística”.

Mientras ellos relajaban en Europa, en la tropicalísima tierra brasileña, el sello Senhor F Discos decidía editar y distribuir en todo Brasil, un compilado de sus temas, más dos bonus tracks inéditos. “Esa edición -dice, también estará disponible en Argentina”.

Por entonces, las bases de

"La Dinastía Scorpio",

estaban listas. Las primeras tomas fueron grabadas en los legendarios Estudios Ion, luego de fundir ideas en la casa de Barrio Jardín: ya, en soledad, frente a la pc o registrando, en el contestador automático de la casa de su madre, las líricas que le bajan sin pedir permiso.

Como sus anteriores trabajos discográficos (el disco debut “El Mató a un Policía Motorizado” y la trilogía), el que viene en camino también fue editado por

Laptra

, el sello independiente que ellos motorizan desde 2004. La diferencia, sin embargo, es que también saldrá en México y España. “Por suerte el sello está creciendo y cada vez le ponemos más pilas porque apuntamos a que sea de utilidad para las bandas. Siempre flota en el aire que todos juntos formamos algo, sumamos (ellos, 107 Faunos, Niño Elefante, y Dios salve, entre otros tantos militantes).

Con esta motocicleta, fabricada con actitud comunitaria e independencia absoluta, el clan que completan Doctora Muerte (batería), Niño Elefante (guitarra), Pantro Puto (guitarra) y Chatrán Chatrán (teclados) llega a nuestra rutas. El recorrido, anuncia él, une nuestra ciudad, Chile (dos noches) y San Juan (por primera vez). “La banda crece... a su medida”, reflexiona Santiago Motorizado.

Después, adivinamos, le sube el volumen a Sonic Youth -su banda madre- y se aferra a la microfibra como un artesano apasionado.

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