Mudarse, cambiar, moverse, no es solamente algo terrenal. A lo largo de la vida, nos "mudamos" de pieles: construimos, cuestionamos y reelaboramos nuestras ideas, nuestros sentimientos y el contexto en el que se desenvuelven. Sobre toda esa estructura, la sociedad impuso un manual de qué caminos tomar. Pero muchos ya despertaron del sueño criogénico y comenzaron a entrar en calor.
El director de "Mamut" y "Algunos días sin música" presenta el sábado 5 una miniserie en la tv local, que escribió junto a Pablo Longo. "Mudanza" cuenta la historia de Guido, un joven adulto de 36 años que luego de separarse de su novia y "castrarse" del nido familiar, se muda a Las Compuertas para emprender nuevas formas de vida y sobre todo, de relacionarse.
En ese sentido, Guido vuelve a cuestionarse cosas que otras personas ya tienen resueltas: "La idea surge de contar un relato desde un punto de vista 'treintañero', en un lugar marcado por los mandatos sociales y lo que se esperaría de vos, y desde donde realmente nos encontramos. Así, son importantes esos momentos de quiebre, los ritos de transición y los momentos de pasaje; preguntarse cuándo se pasa a la adultez", cuenta el director.
El “deber ser” se pone sobre la mesa y las circunstancias que rodean a la vida de Guido sacan a la luz la crisis que hay debajo: ¿quién es él, realmente?, ¿qué es lo que quiere?
“Creo que son preguntas que te terminás haciendo toda la vida. Uno se va redefiniendo y repensando todo el tiempo. Un poco de eso trata la serie. En el caso de Guido, él se encuentra atravesado por todas las expectativas depositadas en él”, relata Rojo.
El cambio interno, directamente, genera cambios en las formas de vincularse: el encuentro con un “Otro”, que Guido irá viviendo a lo largo de su reciente mudanza.
Vecinos, antiguas parejas, nuevos vínculos irán marcando el pulso de ese deambular en la confusión, de esos momentos de duda.
Guido es encarnado por Julián Doregger, que junto a Víctor Di Nasso (Peluche), comparten la vecindad en un espacio del pedemonte local. El proyecto de esta miniserie fue seleccionado en el concurso 2017 del Incaa para realizaciones de este formado.
Sumado a la asociación de pantalla con Canal 7, hace aproximadamente un año comenzaba el rodaje y esta semana se hará la "mudanza" a la televisión local.
-¿Qué pensás de los nuevos formatos, fuera de las grandes pantallas y llevados a las redes?
-Lo importante es el relato, el qué se cuenta. En el cómo se cuenta, me parece que esta miniserie no podría haber sido una película, por ejemplo. Tampoco pretendía ser algo de redes sociales. Lo interesante de este formato, que tiene que ver con el financiamiento y una necesidad de mercado, tiene que ver con el arco de los personajes: cómo pudimos darnos el tiempo de construir la transformación de Guido como eje de narración. Y también que pudimos poner el eje en los núcleos emocionales, eso es algo que también te da el tiempo con el que contás.
-Guido se enfrenta a cuestionamientos que tienen que ver con su condición de varón, ¿por dónde pasan esas preguntas?
-Con Pablo trabajamos mucho respecto de las nuevas masculinidades: es pensar en cómo en todas estas transformaciones con perspectiva de género impactan en el varón.
Guido sería la representación del varón incompleto en las expectativas de género masculino. No es reproductor en lo sexual, tampoco en lo económico, no tiene una figura pública: todas esas expectativas en torno a lo masculino están y él se va enfrentando a eso. Y también, en la constitución de pareja: el tema de salir con alguien nuevo, cómo debe posicionarse ante las cambiantes formas de mantener un vínculo; no sólo por las apps de citas, sino por las cuestiones de género.
-¿Qué es lo que debería cuestionarse primero?
Me parece que el respeto mutuo es fundamental en todos los niveles. En mi caso particular, me estuve descubriendo como padre. Mi hija nació durante el rodaje.
Descubrirme como padre de una niña y saber que yo también puedo ocupar otros roles en su crianza, para mí ha sido un acto de transformación muy profundo.
-¿Qué repaso hacés de este rodaje y a dónde te proyectás en un futuro?
- Fue una experiencia perfecta. El modo de trabajo me dejó satisfecho y estoy contento con el resultado. Todo el tiempo hablábamos, y hablamos, que tener la oportunidad de trabajar de lo que nos gusta y hacerlo en este contexto, es un privilegio que tiene que ser compartido entre nosotros y el público. Hay muchas preguntas mías dando vueltas y mucho de Pablo. Hicimos algo que no tiene que ver con lo autobiográfico, sino con las sensaciones con las que se vive en esos momentos de transformación y de duda. Eso fue lo que todo el tiempo buscamos transmitir.