Matías Jofré (18) sale de su casa, camina tres kilómetros hasta que llega a un puente en la ruta nacional 142 y con gran esperanza alza su con el celular. Se le iluminan los ojos cuando ve una rayita de conexión y lee las letras "G", "H", o "H+" y ni hablar si aparece 3G; en ese momento la satisfacción parece plena. Pero la situación puede cambiar de un momento para otro: la señal se puede volver a perder y tardar horas en aparecer, así que a toda velocidad aprovecha para mandar archivos, comunicarse con profesores y descargar lo necesario, rogando siempre que el circulito verde se complete rápidamente.
Si el tiempo sobra, también habrá algún saludo para sus amigos y compañeros, pero si falla, será hora de volver a empezar.
Así es la agotadora rutina del joven para poder enviar sus tareas y seguir al día con el proceso educativo. Es que él vive en un puesto en Lavalle, cercano a La Asunción, y a pesar de haber poco más de 100 kilómetros de distancia desde la Capital de Mendoza, la conectividad sigue siendo un sueño lejano.
De hecho, allí la señal de telefonía celular también es intermitente, por lo que pueden pasar días sin saber de lo que pasa afuera. Justo en esos momentos las maravillas de la vida en el campo (aire puro, cielo estrellado, pacífico silencio) contrastan con la imposibilidad de suscribirse a la vida moderna.
Matías comparte el hogar son sus papás Rosa y Remigio, quienes se dedican a la cría de chivos y a la atención de turistas que llegan desde toda la provincia, así como el país y el mundo, lo que por el momento está totalmente restringido. Si bien desde la familia han encarado en reiteradas oportunidades pedidos para tener conexión y de alguna manera están acostumbrados a esta falta, la situación de la pandemia agrava el panorama.
El joven ya no asiste a la escuela técnica José Miguel Graneros de Gustavo André, donde cursa sexto año, sino que tiene que rebuscárselas para seguir aprendiendo desde su hogar. "Todas las semanas tengo entregas y la verdad se me está haciendo complicado", reconoció el joven en una charla desde el puesto, rodeado del más impactante atardecer.
Él tiene tres hermanos que viven en Costa de Araujo y en Godoy Cruz, quienes al tener mejor señal siempre le dan una mano.
"Muchas tareas me las envían algunos de mis hermanos por WhatsApp. Me voy hasta el puente, me conecto y las voy haciendo como se puede", detalló. "Por suerte los profesores en su mayoría son de la zona y saben los problemas que tienen los chicos que viven alejados, así que no le hacen problemas con los trabajos", acotó su mamá.
Tanto es así que desde la institución, que le brinda la orientación de técnico agrario, le han acercado un cuadernillo impreso con las tareas. "En ese caso se me hace más fácil, voy completando y mando las fotos. Pero igual necesito conexión para enviarlas", remarcó el estudiante para quien también es fundamental tener internet para sacarse dudas y buscar información. Pero Matías no es el único en esta situación, ya que tiene compañeros que están en la misma. "Hay una vecina que vive a un kilómetro y se sube un médano para agarrar señal y otro a seis kilómetros que hace lo mismo", contó.
Además de las consecuencias académicas, a Matías le hace muy difícil comunicarse con sus compañeros a los que estaba acostumbrado a ver todos los días y con los que virtualmente comparte su último año. "Cuesta bastante, pero cuando puedo hablo con ellos", relató. En alguna oportunidad que se ha tenido que acercar al centro del departamento ha podido engancharse en alguna videoconferencia compartida. "Pero estando acá no puedo", se lamentó. Por esa razón desde su familia no se dan por vencidos y siguen haciendo gestiones para que internet, de una vez por todas, llegue al campo y así tanto el estudiante como sus papás puedan tener las mismas posibilidades que estando en la ciudad.
Cuantiosa inversión
Desde la empresa de internet Tachicom, que brinda conexión a San José y al centro de La Asunción -muy cerca de donde vive Matías Jofré-, explicaron que les cuesta mucho llegar a la zona. "El problema más grande es la inversión, somos una empresa muy chiquita y no tenemos apoyo de nadie", manifestaron desde allí. De hecho remarcaron que otras firmas no se han visto interesadas por la baja densidad poblacional del lugar.
Por esa razón para ellos sería fundamental contar con algún apoyo del estado para poder brindar mayor conexión y llegar hasta Lagunitas. "Nos gustaría muchísimo poder brindar mayor cobertura porque sabemos que la gente lo necesita", manifestaron desde la empresa.