La cada vez más incómoda situación en la tabla de los promedios, la muy pobre efectividad del equipo bajo la conducción del Profe Córdoba y la paupérrima imagen dejada en Tandil le daban vitalidad al rumor que se instaló inmediatamente en los pasillos del Azul: Pergamino sería la última estación del tren comandado por Córdoba.
El escenario es incómodo para el Profe porque para colmo Juventud Unida de San Luis ganaba al otro día y lo ponía al Azul al borde del abismo. Además, el equipo no encuentra una identidad futbolística (no se sabe a qué juega Independiente) y tampoco logra verse una individualidad que entusiasme al resto. Sólo Aguirre con su voluntad, el desparpajo de Bruera o la pegada de Abelairas. Sin ser bueno en lo colectivo y con opacas individualidades, a Independiente le cuesta horrores generar una situación clara de gol. Y Córdoba con su método de ‘prueba y error’ ensaya mucho y acierta poco. Todo un combo explosivo.
Sin embargo ayer, el vicepresidente se encargó de echar por tierra cualquier especulación que andaba sobrevolando. “Acabo de hablar con el cuerpo técnico y vamos a ir unidos hasta el final. Estamos más juntos que nunca; son once los que entran al campo de juego pero afuera somos muchos más. Estamos todos comprometidos con la causa”, declaraba López. ¿Y a qué se deben los rumores, entonces?
“No sabemos de dónde salieron, estamos firmes y convencidos que vamos a salir adelante”, agregó López.
Córdoba dirigió a Independiente siete partidos: ganó uno, empató dos y perdió los restantes. Marcó goles en sólo dos partidos lo que lo llevó a quedarse con casi el 24% de los puntos. La Lepra está mal pero va bien. Al menos eso dicen.
Ante la 'T', sería en la catedral
Prensa oficial de Independiente Rivadavia informaba el miércoles pasado que el encuentro ante Talleres de Córdoba se jugaría en el Malvinas Argentinas. La intención de la dirigencia de la Lepra era habilitar la popular visitante para el ingreso de ‘Público General’.
Desde el Ministerio de Seguridad inmediatamente echaron por tierra la posibilidad y desde allí se desencadenó una novela. Molesta por la negativa, la dirigencia del Azul comenzó a gestionar el Juan Gilberto Funes de San Luis como posible escenario.
Pero la Policía puntana consideraba al partido de ‘alto riesgo’ por lo que sólo habilitaba el estadio para la parcialidad de Talleres: la Lepra debía ceder la localía. “Es muy probable que se juegue en el Gargantini y será el día del club”, explicó luego Leo López.
Ignacio Irañeta: "Lo que nos hicieron es una falta de respeto"
“Estas cosas no se hacen, yo en mi vida me he manejado siempre de frente y lo que nos hicieron es una falta de respeto absoluta. Ya estoy grande y esto es lo más amateur que me ha tocado vivir”.
La declaración es dura pero puede comprenderse. Así lo cuenta el propio protagonista del ‘papelón’: “Leo (López) me llama a mí, a Hernán Gautier, a Matías Minich y a Alex Viscarra para que viajemos a Pergamino porque así lo había solicitado el Profe. Nos citó el domingo mismo a las 20 en el club y terminamos saliendo cerca de la 1 de la mañana en el auto de Matías. Llegamos a Pergamino cerca de las 9 y cuando nos preparábamos para ir al entrenamiento, Córdoba nos comunica a mí y a Gautier que él sólo había pedido que viajen Minich y Viscarra”.
Ambos explotaron en ira y por eso se entiende el fastidio del ex jugador de Gutiérrez.
“Malentendido no hay, no sé qué pensar porque en el medio de todo esto, mañana (por hoy) hay un partido clave para nosotros. Acá suceden muchas cosas que se terminan tapando y yo ya estoy cansado. Gautier no quiere hablar mucho porque es un chico de 20 años que recién está comenzando pero yo estoy grande y no me gusta que me tomen de bol... Viajamos ocho horas sin sentido: nos tomaron el pelo, es una falta de respeto”, remarcó.
¿Con qué sentido hicieron viajar dos jugadores que no había pedido el DT? Este es el interrogante que queda abierto y que ni el mismo futbolista comprende.
“Seguramente debe tener algún sentido pero nosotros no lo entendemos. Yo me quería ir hoy mismo al mediodía (por ayer) a Mendoza pero el Flaco Pereyra me dijo que ya que estaba acá me sumara al grupo para apoyar. Hay muchas cosas que impactan de manera negativa en la cabeza del jugador, no sólo lo económico”. concluyó. Nacho no se guardó nada.