Materiales que hablan

El interiorista holandés, Piet Hein Eek, moldea la madera a su gusto para crear, con elementos de deshecho, piezas alternativas. Muebles estéticos y sostenibles a partir de materiales de edificios destruidos.

Materiales que hablan
Materiales que hablan

Una utilidad responsable permite que de este material se pueda utilizar todo incluso de ramas y arbustos, un material de desecho que, sin embargo, encuentra a quienes ven más allá y crean lámparas de mesa o de pie.

{fotorei:569032:fotorei} El artista holandés Piet Hein Eek crea muebles estéticos y sostenibles a partir de madera reciclada procedente de edificios derruidos.

Se graduó en la Academia de Diseño de Eindhoven, en 1989, y fue a partir de ese momento cuando empezó a diseñar todo tipo de muebles con madera reciclada.

"Cuando empecé a utilizar madera reciclada supuso un terremoto, nadie lo apreciaba", comenta, hasta el punto de que sus obras se presentaban en galerías de arte, porque nadie pensaba que se podían incorporar al diseño de interiores.

Hein Eek utiliza la madera desechada de edificios derruidos, un material muy habitual para la construcción de "vigas" y "suelos" en Holanda que después nadie quiere. "Aunque ahora si no corres, hay mucha gente que también se lanza a por ella", confiesa.

Material diferente

"Lo que me gusta es sacar de un material nuevo algo diferente. Todos los materiales te dicen algo. Hablan, explican cosas", ha explicado.

El diseñador convive con la madera desde que era un niño y su olor le devuelve al taller de su abuelo. Indica que en Holanda, un país con una larga tradición en el reciclado, trabajar con este material es algo "bastante" habitual.

Asegura entre risas que ha devenido en artículo de lujo: "El pino se paga muchísimo más caro que el roble".

Concentra la esencia de su trabajo en ser "respetuoso" y "práctico" con cualquiera de los materiales que utiliza, donde resta importancia a la forma.

Piezas con historia

De exponer sus muebles en galerías de arte han pasado a decorar no solo hogares holandeses sino de todo el mundo, aunque confiesa que ha sido un "proceso largo" y reconoce que nadie compra porque se trate de un diseño ecológico al tratarse de material reciclado sino "porque son piezas con una historia detrás".

De ahí que se autocalifique como el "espejo" de aquellos que desechan algo y después ven que se pueden "aprovechar" diseños que han creado escuela.

Sillas, mesas, sillones, cómodas y su famoso "classic cupboard" le han fijado a la historia del diseño, una trayectoria en la que se ha cruzado la firma francesa Ruinart, la primera que comenzó a enviar sus botellas de champán en cajas de madera diseñadas por Eek.

Cajas de diseño

{fotorei:569033:fotorei} "Me dijeron: ¿puedes hacer algo bonito?", comentó como excusa para involucrarse en el proyecto. El resultado es un espacio sencillo, en el que la caja va "ceñida" a las dimensiones de la botella, para transportar la menor cantidad de "aire".

Pero, además, el diseño ha aportado a la presentación de su último trabajo una visión arquitectónica, aunando espacios.

Como si fueran "ladrillos", las cajas han construido un arco que semeja las cavas de piedra caliza de Ruinart, que ostentan la categoría de monumento histórico nacional en Francia, en un intento de conectar la "historia con el momento actual".

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