Un "yihadista" estadounidense que había ascendido en la jerarquía de un grupo de Somalia ligado a la red Al Qaeda fue muerto ayer durante una emboscada ordenada por el líder de los insurgentes, informó el grupo.
Omar Hammami, nacido en Daphne, Alabama, alias Abu Mansoor Al-Amriki o "el estadounidense", murió en el sur de Somalia tras varios meses de estar prófugo de su propio grupo tras una desavenencia con el máximo dirigente de Al-Shabab, dijeron los insurgentes.
Hammami, de 29 años, también figuraba en la lista del FBI de las personas más buscadas con una recompensa de cinco millones de dólares por su captura.
Ya antes ha habido reportes de su posible muerte en Somalia, pero siempre Hammami reaparecía vivo al poco tiempo. Esta vez, un estadounidense especializado en terrorismo que sigue las actividades de los insurgentes de Al-Shabab cree que la información reciente de su muerte es cierta.
"Creo que es muy posible que sea verdad según las fuentes que veo", dijo J.M. Berger, que administra la página de internet Intelwire.com.
Los insurgentes no ofrecieron pruebas de la muerte de Hammami. Un miembro de Al-Shabab que dijo llamarse Sheik Abu Mohamed dijo que Hammami fue muerto en una emboscada en la región meridional somalí de Bay.
Algunos de los colaboradores de Mohamed perpetraron el asesinato, agregó. Otros dos "yihadistas" que iban con Hammami, incluyendo un británico de ascendencia somalí, murieron con él, indicó.
Junto con Adam Gadahn en Pakistán -un ex vocero de Osama Bin Laden- Hammami es uno de los dos estadounidenses más destacados entre los grupos yihadistas. Creció en Daphne, una población de 20.000 habitantes en Mobile, Alabama, hijo de madre cristiana y padre musulmán nacido en Siria.
Sus videos en YouTube y su presencia en Twitter lo hicieron uno de los yihadistas estadounidenses más reconocidos y estudiados. Estados Unidos colocó en marzo a Hammami en la "Lista de los más buscados" entre los terroristas y ofreció una recompensa de cinco millones de dólares por información que facilitara su captura.
La fiscalía estadounidense acusó a Hammami de brindar respaldo material a las organizaciones terroristas.
En Alabama, Husam Omar, vicepresidente de la Sociedad Islámica en la ciudad de Mobile, una mezquita a la que asistió Hammami, dijo que no se enteró de las informaciones de su muerte.
"Estoy anonadado", dijo Omar, pero sin agregar más declaraciones.
Hammami se trasladó de Alabama a Somalia y se unió Al-Shabab en el 2006.