El homicidio que caló hondo en el seno del Ministerio de Seguridad y trascendió rápidamente las fronteras de nuestra provincia, ocurrió cerca de las 15.30 de ayer, a unos 50 metros de la entrada sur -donde está la playa oficial- del estadio mundialista Malvinas Argentinas y dejó como víctima fatal a Nicholas Heyward (31), neozelandés.
Tres turistas -la víctima y una mujer australiana y un francés- caminaban por el empedrado que hace de vereda sobre la Avenida Thays cuando fueron abordados por dos motochorros.
"La víctima caminaba pocos metros adelante de sus amigos. Cuando apareció la moto, el que viajaba como acompañante quiso apoderarse del bolso
Heyward
pero hubo un forcejeo ya que el turista llevaba el bolso cruzado y cayó al piso. Entonces, el delincuente lo remató de varios disparos", indicó una fuente policial que trabajó en el lugar. Tras eso, los ladrones huyeron a toda velocidad en la moto.
Los primeros en socorrer a la víctima fueron sus amigos y un hombre que en ese momento pasaba por el lugar. Sin embargo, por la gravedad de las heridas, todo intento de auxiliarlo fue en vano y cuando llegó la ambulancia los médicos comprobaron que había muerto. Según el ministerio de Seguridad, Heiwards tenía un disparo en el tórax y otro en el cuello aunque algunas fuentes mencionaron que, en realidad, tenía cerca de cuatro impactos, la mayoría en la zona abdominal.
Pericias inmediatas
Tras el ataque se montó un impresionante operativo policial que incluyó un helicóptero. "Se convocó a todo el mundo. Media policía los está buscando", admitió ayer un pope del ministerio. Sobre todo se incrementó el trabajo policial en zonas del pedemonte de Capital y Godoy Cruz, hasta con los perros de la fuerza, explicaron las fuentes.
Según declaraciones de los testigos, ambos asaltantes llevarían cascos por lo que se hizo muy difícil poder dar una versión de cómo eran. Aunque otra versión indicó que los sujetos eran chicos jóvenes que manejaban una moto de baja cilindrada y que el que disparó iba sin casco y era pelado.
En la escena del crimen quedaron vainas calibre 22 que ayer eran analizadas por los peritos de Policía Científica junto con huellas que se levantaron de la escena.
Además desde la fiscalía especial -el caso es investigado por el fiscal Santiago Garay- se pidió el análisis de las cámaras de seguridad ubicadas en la zona. Y si bien se explicó que no hay ninguna que apunte directamente al lugar donde fue el crimen, sí hay algunas en las inmediaciones por lo que, apenas conocido el homicidio, comenzó el análisis de las filmaciones para ver si quedaron registros de la fuga.
Como los acompañantes de Heiwards son dos personas que no dominan muy bien el español, primero fueron auxiliados por policías de Asistencia al Turista que les tomaron los datos iniciales. Tras conseguir traductores para que pudieran intermediar entre el fiscal y los testigos, ambos contaron lo ocurrido ante Garay.
Paralelo a esto, el director de la Policía, Juan Carlos Caleri, indicó que no se realizaron allanamientos ya que se desconoce la identidad de los buscados. Anoche al cierre de esta edición se confirmaron 40 mil pesos de recompensa para quien pueda aportar datos sobre el caso.
También se dio intervención a la Embajada de Nueva Zelanda.
La noticia del crimen copó los medios nacionales y llegó incluso a ser tema de algunos portales australianos.
