Sergio Massa lanzó anoche su precandidatura a presidente, ratificó que su vocación es ir a internas dentro de Alternativa Federal y complicó así el armado de su socio Roberto Lavagna, quien confía en convertirse en el candidato de ese espacio por consenso para así sellar una alianza con el socialismo y con los radicales desencantados con Cambiemos.
“Hay que hacer crecer entre todos a Alternativa Federal, poniendo en común esfuerzos y sumando a todos los que quieren dar vuelta la página del fracaso para empezar otra etapa de la historia argentina. Estoy y estamos dispuestos a dar todo y dejar que la gente elija en las PASO a quien considera que deben ser los candidatos del espacio. Yo voy a estar donde me pongan los votos”, resaltó Massa.
El dirigente bonaerense lanzó formalmente su carrera hacia la Casa Rosada con la presentación de sus 10 principales compromisos de gobierno y manifestó duras críticas a la administración de Cambiemos: “Los quiero invitar a que pongamos la Argentina de pie, que Macri puso de rodillas”.
“Necesitamos otro gobierno, otro presidente y otra política. Estamos acá para presentarnos frente a los argentinos, con humildad, pero con la seguridad de que podemos hacerlo mejor”, insistió el exjefe de Gabinete.
De esta manera, Massa dejó firme su decisión de competir en las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) para dirimir la candidatura presidencial con el resto de los postulantes de Alternativa Federal. Esa posición es contraria a lo que promueve Lavagna, quien advirtió que solamente se sumará a la pelea por el sillón de Rivadavia si cuenta con el consenso de sus socios peronistas en ese espacio.
El ultimátum de Lifchitz
El gobernador santafecino, el socialista Miguel Lifchitz, salió ayer a presionar a los integrantes del incipiente frente peronista Alternativa Federal para que entierren sus aspiraciones para dirimir la candidatura presidencial en una interna y, por el contrario, trabajen en la construcción de una coalición más amplia con el economista Roberto Lavagna a la cabeza.
"Lamentablemente los tiempos van transcurriendo y no tenemos demasiado plazo para organizar una propuesta política que más allá de las candidaturas pueda ser consistente y ofrecerle un margen de credibilidad y confianza a los argentinos para la hora de votar", sentenció.
El referente socialista buscó apresurar las definiciones tendientes a superar los obstáculos que frustran la alianza del peronismo con el socialismo y el radicalismo desencantado con Cambiemos.
"Hay demasiados intereses personales y de grupos que están primando sobre el interés general. Un escenario de internas en este momento dividiría a la sociedad y no permitiría luego que todos esos votos puedan confluir en una propuesta común, un proyecto unificado", dijo el mandatario santafesino.
Según Lifschitz, más allá de la representación individual y local que puedan tener gobernadores como Juan Schiaretti en Córdoba, Juan Manuel Urtubey en Salta o Sergio Uñac en San Juan, o las referencias de Sergio Massa o Miguel Ángel Pichetto, "no hay entre ellos un proyecto común".
"Lo único que los está vinculando es una idea de una interna entre ellos, pero la sociedad no percibe que por esa vía vayamos a encontrar una alternativa para el país. Necesitamos mucha generosidad para pensar un proyecto común con un conjunto de ideas para salir de la crisis y darle forma a un futuro para el país", dijo.
En ese sentido, señaló que hay sectores del progresismo y el radicalismo que no van a permitirse participar de una interna peronista como propone hoy Alternativa Federal y es "indispensable" que esos espacios se sumen porque si no, el candidato opositor no tendría chances de ganar en octubre.
Sostuvo que "Lavagna probablemente ganaría las internas de Alternativa Federal, pero tendría pocas chances para las elecciones generales. Pensamos en un esquema mucho más grande. Hay que salir del voto sólo peronista".