El diputado Sergio Massa golpeó con fuerza la mesa de la política nacional al presentar ayer su propuesta de modificación de Ganancias y afirmar que intentará que se apruebe el jueves, en sesión.
Por la presión del ex jefe de Gabinete kirchnerista, la Casa Rosada iba a enviar hoy su propio proyecto, tras una deliberada demora de dos meses en mandarlo con el fin de postergar el debate a marzo. Todo parece indicar que esto es lo que finalmente ocurrirá.
Massa conseguiría reunir 129 de los 257 diputados para iniciar la sesión especial. Pero para que se trate un proyecto sin dictamen de comisión -en este caso, el suyo de Ganancias- se necesita la aprobación de los dos tercios de los presentes.
Si los 87 de Cambiemos están en el recinto, votarán en contra y no se podrá debatirlo. Así pasó con la ley antidespidos: el oficialismo usó su tercio para impedir el debate. “Vamos a hacer lo mismo”, ordenó el presidente de Diputados, Emilio Monzó.
Con todo, la ofensiva de Massa no será en vano: obligará a Cambiemos a pagar un costo político por negarse a debatir Ganancias.
La oposición le volverá a reprochar al Gobierno no sólo haber mandado a destiempo el proyecto sino también que el presidente Mauricio Macri incumplió una de sus principales promesas de campaña: que los trabajadores estarían exentos de pagar este impuesto.
Macri convocará a sesiones extraordinarias e incluirá Ganancias entre los temas a tratar.
Con suerte, si hubiera consenso entre oficialismo y oposición -lo que parece poco probable-, Diputados podría aprobar la ley en la sesión del miércoles 14 de diciembre, pero luego deberá girar la media sanción al Senado, donde el trámite no será sencillo: como este impuesto es coparticipable en un 50%, si recauda menos la Nación recaudan menos las provincias.
Los gobernadores tendrán la última palabra. Los plazos y el escenario conducen a marzo.
En su proyecto, Massa propone un piso de 48.000 pesos para casados con dos hijos y 34.000 para solteros. Establece que no lo pagarán los jubilados, salvo los que cobren más de 60.000.
Y prevé beneficios a monotributistas y autónomos y un mecanismo de actualización automática del mínimo no imponible.
Massa presentó el proyecto junto a Victoria Donda (Libres del Sur), Alicia Ciciliani (Partido Socialista), Oscar Romero (Bloque Justicialista) y Lucila de Ponti (Movimiento Evita).
La ley de Emergencia Social podría naufragar en Diputados
La media sanción de la ley de Emergencia Social ingresó ayer al mediodía a Diputados. El massismo pedirá que se trate en una sesión especial que pidió para el jueves. Como no hay dictamen, se necesitarán los dos tercios de los presentes para habilitar su debate.
Cambiemos utilizará sus 87 legisladores para impedirlo. Y como este asunto no será incluido por el presidente Mauricio Macri en el temario de las sesiones extraordinarias, la iniciativa opositora no será tratada hasta el año que viene.
La Casa Rosada rechaza de cuajo la Emergencia Social por considerar que supone un alto costo fiscal -unos 50.000 millones de pesos- aumentar un 15% el monto de las asignaciones universales por hijo y embarazo, además de promover la creación de un millón de puestos de trabajo bajo el programa de Ingreso Social con Trabajo.
La sepultura del debate sobre la Emergencia Social se producirá 5 días después de que la CGT y organizaciones sociales de trabajadores informales realizaran una multitudinaria movilización al Congreso en reclamo de la aprobación de esta ley.
Emilio Monzó, calificó a esta iniciativa promovida de una “buena idea que no se trabajó como corresponde” y que finalmente queda como una “expresión de deseo”.
Nueva postergación para la boleta electrónica
El pantano en que naufraga la boleta electrónica está cada vez más espeso. El kirchnerista Marcelo Fuentes, presidente de la comisión de Asuntos Constitucionales del Senado, postergó para el martes de la semana que viene el plenario que se iba a realizar hoy para continuar el ya dilatado debate sobre la reforma electoral.
Esto significa que el proyecto será tratado en el recinto, con suerte, en una sesión extraordinaria en diciembre. Como se descuenta que al texto le aplicarán cambios, la iniciativa deberá volver a Diputados.
Y no quedaría tiempo para aprobar la ley. Así, en las elecciones del año próximo podría seguir utilizándose el sistema actual de papel, que rige desde hace 104 años y está asociado al clientelismo y al fraude.
El bloque mayoritario, PJ-Frente para la Victoria (FpV), que integran 38 de los 72 senadores y es liderado por el rionegrino Miguel Pichetto, se reunirá hoy para fijar una postura sobre la reforma electoral ya aprobada por Diputados, que establece la boleta electrónica y la paridad de género.
En esta bancada hay senadores que quieren la boleta electrónica propuesta por el Gobierno, otros que la quieren sin chip y otros que directamente no quieren ningún cambio en la forma de votar y prefieren que todo siga igual.
El objetivo del encuentro de este martes, confirmado por Pichetto, es ir consensuando una postura a la espera del siguiente encuentro, el jueves, con los gobernadores del Partido Justicialista (PJ).
Al cónclave fueron invitados todos los mandatarios del PJ: Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Alicia Kirchner (Santa Cruz), Carlos Verna (La Pampa), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Sergio Uñac (San Juan), Sergio Casas (La Rioja), Lucía Corpacci (Catamarca), Juan Manzur (Tucumán), Hugo Passalacqua (Misiones), Domingo Peppo (Chaco), Gildo Insfrán (Formosa) y Juan Manuel Urtubey (Salta). También, la santiagueña Claudia Abdala.
Como la sesión de comisiones es el martes 29, aunque se emitiese dictamen ese día, el proyecto ya no llega a ser debatido en el recinto en la sesión ordinaria del miércoles 30.
El presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, puso fecha para tratarlo cuando eventualmente el Senado se lo devuelva con cambios: el miércoles 14 de diciembre, en sesión extraordinaria. Pero por estas horas esos plazos parecen ser solo una expresión de deseo del oficialismo.
La cita a los gobernadores peronistas tiene su razón de ser: los senadores del bloque PJ-FpV no quieren quedar como los malos de la película si en el Congreso se frustra la boleta electrónica, una de las principales promesas de campaña de Macri.