Decenas de miles de sirios abandonaron las localidades situadas al sur de la ciudad de Alepo, huyendo de la ofensiva de las fuerzas gubernamentales apoyada por la aviación rusa, cuyos bombardeos causaron en tres semanas más de 370 muertos, en su mayoría rebeldes.
Vigorizado por la intervención militar aérea que Rusia lanzó en territorio sirio el 30 de setiembre pasado, el ejército lanzó varias ofensivas, particularmente en las provincias centrales de Homs y Hama y en la norteña Alepo, sin lograr por el momento desbordar a las fuerzas rebeldes.
“Alrededor de 35.000 personas fueron desplazadas de Hader y Zerbé, al sudoeste de la ciudad de Alepo debido a las ofensivas gubernamentales de los últimos días”, comunicó a la AFP Vanessa Huguenin, portavoz de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA por sus siglas en inglés).
Muchos pudieron refugiarse en localidades más al oeste de la provincia de Alepo, indico Huguenin.
“La gente necesita urgentemente alimentos, productos básicos y tiendas de campaña”, agregó la portavoz de la OCHA, que señaló su preocupación por las numerosas “familias sin techo”.
El 17 de octubre pasado, las fuerzas gubernamentales lanzaron una ofensiva apoyadas por la aviación rusa y por tropas iraníes y del Hezbolá libanés.
El objetivo de la ofensiva es apoderarse de las localidades situadas cerca de la carretera estratégica que une Alepo con Damasco.
La provincia de Alepo está casi totalmente en manos del Frente Al Nosra, la rama siria de Al Qaeda, y sus aliados islamistas, o de yihadistas del grupo Estado Islámico (EI).
El gobierno sólo controla una carretera que le permite aprovisionar los barrios aún bajo su control en la ciudad de Alepo.
El diario sirio Al Watan, cercano al poder, afirma que desde el inicio de la ofensiva el Ejército se apoderó de 16 aldeas y siete colinas, lo que representa un territorio de 100 km2.
El mapa del conflicto
La ofensiva "va a modificar el mapa del conflicto en esa región, al cortar las líneas de refuerzo en hombres armados entre el sur de la provincia de Alepo y el este de la provincia de Idleb y tomando la carretera internacional de Alepo a Hama", más al sur, afirmó Al Watan.
La implicación de Rusia en el campo de batalla aumentó la complejidad del conflicto.
Rusia, que decidió intervenir en el conflicto sirio para apoyar al gobierno de Bashar al Assad, afirma que los bombardeos apuntan al Estado Islámico y otros grupos “terroristas”, es decir opuestos al poder.
Pero los occidentales acusan a Rusia de concentrar sus ataques contra las posiciones de grupos rebeldes calificados de “moderados”.
En tres semanas, “370 personas murieron en centenas de ataques rusos, entre ellos 243 combatientes, de los cuales 52 del grupo Estado Islámico, y 127 civiles”, afirmó a la AFP Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Entre los civiles, figuran 36 niños y 34 mujeres, agregó.
Los rusos bombardean sobre todo en las provincias de Alepo e Idleb, de Latakia, de Homs y Hama y la provincia de Damasco, controladas por los rebeldes “moderados” o por el Frente al Nosra.
En la provincia de Latakia, la aviación rusa mató el lunes a 45 personas, mayoría rebeldes, entre ellas un comandante, pero también civiles, en la región montañosa estratégica de Jabal Akrad, indicó el OSDH.
En los combates murieron 16 milicianos de las Fuerzas de Defensa Nacional (FDN), principal milicia favorable al régimen de Al Asad, informó el OSDH.
Estados Unidos, que inició una campaña de bombardeos contra el EI hace más de un año, y Moscú, firmaron este martes un memorando cuyo objetivo es impedir incidentes entre aviones de ambos países en el espacio aéreo sirio, según anunció el Pentágono.
El conflicto sirio, que se desencadenó en 2011, causó la muerte de más de 250.000 personas, cuatro millones de exiliados y siete millones de desplazados dentro del país.