En el marco de una multitudinaria concentración en la Ciudad de Buenos Aires y en distintas localidades del país, miles de personas manifestaron su solidaridad para con los familiares y amigos de la familia de Fernando Báez Sosa, el joven asesinado por una patota d erugbiers en la puerta de un boliche de Villa Gesell.
El epicentro de los reclamos estuvo localizado frente al Congreso Nacional, donde se montó un escenario y al cual asistieron tanto los padres de Fernando como los amigos y distintos miembros de la comunidad y grupos solidarios en los que participaba. Dicha convocatoria tuvo distintos momentos emotivos, sobre todo aquellos en los que se hizo una proyección de imágenes y videos donde el joven asesinado aparecía junto a su novia y a sus padres.
Otro de los puntos más conmovedores fue cuando Graciela Sosa, madre de Fernando tomó la palabra frente a la multitud y dijo que "Vivir no es fácil, no estoy bien pero al verlos a todos ustedes siento que me dan una energía para seguir luchando por mi hijo".
"Quiero justicia por mi hijo, lo que le hicieron es terrible, terrible, lo mataron a traición", afirmó la mujer. Además se mostró conforme con la convocatoria: "Quiero agradecer a todos por venir, mi vida no es fácil. Pero con ustedes se va a hacer justicia por mi hijo", mientras los asistentes exclamaban "perpetua, perpetua".
"Lo que le hicieron es terrible, no lo dejaron defenderse, lo mataron a traición. Fernando amaba la vida y esto nos arruinó la vida a mi, a mi esposo y a todos los que lo queríamos", agregó.
"Se nos vino todo abajo, mi casa está vacía cuando me levanto. Tengo su cama tendida y sé que no volverá", expresó Sosa, muy emocionada.
En tanto Silvino Báez, padre de Fernando, aseguró que "Fernando amaba a su novia, eran felices y tenían proyectos. Él está entre nosotros y nos da fuerza y Luz. Queremos que paguen lo que le hicieron".
Así mismo un diácono del colegio Marianista al que concurría Fernando Báez Sosa, el joven asesinado el 18 de enero en Villa Gesell, sostuvo esta tarde que "la justicia no es suficiente, hay que sanar el corazón", durante el acto en reclamo de justicia al cumplirse un mes del crimen.
"Abracemos el dolor con amor, acompañemos a los papás con la presencia y con la oración. La única manera de ganarle al mal es hacer el bien. Necesitamos justicia y justicia rápida", sostuvo Miguel De Martino.
Por el crimen están imputados diez jóvenes rugbiers, de los cuales ocho están como "coautores" de un "homicidio doblemente agravado por su comisión por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas".