Cerca de medio millar de discapacitados llegaron el lunes al centro de La Paz tras recorrer 280 kilómetros en sillas de ruedas para reclamar que el gobierno de Evo Morales un incremento en sus rentas por discapacidad.
La enorme columna colapsó el tráfico en su ingreso al centro de la ciudad. La mayoría de los manifestantes iba en sillas de ruedas que eran empujadas por familiares o voluntarios, otros caminaban en muletas o con bastón. Varios eran niños con discapacidades físicas y mentales.
El ministro de Economía Luis Arce dijo el lunes que el gobierno no está en condiciones de incrementar en más de 500% el bono anual equivalente a 143 dólares que paga el Estado a los discapacitados. "Debemos cuidar la economía de 10 millones de bolivianos'', dijo en rueda de prensa.
Los manifestantes esperaban ser recibidos por el presidente Morales pero el mandatario delegó a tres ministros la negociación que hasta ahora ha sido infructuosa. "No nos vamos a ir con las manos vacías'', dijo Moisés Choque, dirigente de los discapacitados quien llegó en la caravana desde una ciudad del sur de Bolivia.
La plaza de armas donde se encuentra el palacio presidencial estaba fuertemente resguardada por policías y barras de acero para evitar el ingreso de los manifestantes, que esperaban reunirse en otra plaza del centro para deliberar y decidir acciones.
La Iglesia católica, partidos de oposición y otros sectores han pedido al gobierno atender la demanda.
Mientras el país vivió un auge económico por los buenos precios de las materias primas, el gobierno mejoró los subsidios a sectores necesitados, entre ellos los ancianos, los discapacitados, las embarazadas y los escolares de familias pobres. Pero varios sectores reclaman incrementos en sus rentas ahora que la economía se ha debilitado por la caída en los precios de las exportaciones.
Choque dijo que el incremento es para costear los tratamientos.