Los partidos independentistas de Cataluña evidenciaron ayer su desacuerdo sobre la elección del presidente regional, que debería liderar la eventual secesión de España, lo cual impidió la investidura del independentista Artur Mas, candidato a la reelección en el cargo.
Mas obtuvo 62 votos a favor y 73 en contra tras la primera votación celebrada ayer en el Parlamento regional, donde los separatistas disponen de mayoría absoluta tras las elecciones del 27 de setiembre (72 sobre 135 bancas).
Sin embargo, esta mayoría se reparte entre la coalición Juntos por el Sí, que reúne al partido conservador CDC de Mas y el izquierdista ERC (62 diputados), y la formación anticapitalista CUP, cuyos 10 diputados votaron en contra de su candidatura. Este partido le critica los recortes y privatizaciones aplicados por su gobierno, así como los escándalos de corrupción en CDC.
Mañana se celebrará una segunda votación que parece destinada a terminar con el mismo resultado. Si no se cierra un acuerdo para investir a Mas ni hay un candidato alternativo antes del 9 de enero, se deberá convocar a nuevas elecciones y, por lo tanto, el proceso independentista iniciado por la Cámara regional con su resolución del lunes quedaría abortado. Juntos por el Sí y la CUP declararon el lunes iniciado un proceso para proclamar en 2017 una república catalana independiente y afirmaron que en adelante el Parlamento regional no se sometería a las decisiones de las instituciones españolas.
El gobierno de Mariano Rajoy, que busca un segundo mandato en las elecciones legislativas del 20 de diciembre, anunció que recurrirá ante el Tribunal Constitucional esta resolución, para lo cual recibió ayer el aval del Consejo de Estado. Si el Constitucional admite a trámite el recurso, la resolución quedaría automáticamente suspendida.
