Otra vez falló en un partido clave. Una vez más, un golpe a la ilusión de ese hincha “verdadero” que no abandona y sigue siendo fiel a sus colores, a su corazón.
Ese que deja la familia y sueña partido a partido con un equipo que sacará chapa de candidato. Que pisará fuerte (en el buen sentido) a su rival y que lo va a dejar contra las cuerdas.
Pero, no. Parece imposible. En esta oportunidad, el Cruzado volvió a besar la lona. Sin dudas, que la tabla de posiciones indica que todavía tiene chances.
Sin embargo, jugando como lo hizo ante Defensores de Belgrano de Villa Ramallo, parece imposible. Fue el peor partido del equipo de Andrés Villafañe en la temporada. Hubo que esperar hasta el minuto 38 del primer tiempo para que fuéramos testigo de la primera situación de peligro.
Y eso que todo nació de un pelotazo de Edgardo Díaz desde la izquierda. El Cruzado fue un equipo anémico. Que careció de rebeldía, actitud y fútbol. El dibujo táctico 4-4-2 no funcionó. Falló en el medio, no hubo contención, recuperación, nada. Entonces, rifar la pelota por el aire fue la única opción.
Hasta falló en las pelotas paradas. Cada falta cobrada por el juez Testa y que otorgaba un tiro libre para el dueño de casa, en la platea se festejaba como si fuera un gol. Increíble. Pero, ante la falta de volumen de juego, cualquiera aproximación al área de Herrera robaba una sonrisa.
En el complemento, el Botellero recibió un gol tempranero tras una salida en falso de la última línea. Inmediatamente, Villafañe, mandó a la cancha a Matías Banco, sin embargo, el Cruzado nunca encontró claridad y aire para desarrollar su juego.
Y mucho tuvo que ver la presión que ejerció la visita. Tapó todas las salidas por los carriles y dejó que los centrales del Cruzado fueran los responsables de iniciar cada jugada. Si hasta Barth apareció como wing por izquierda. No hubo reacción. Fue un verdadero desconcierto.
Dos visitas de lujo para el Deportivo
En la tarde de ayer en la platea del estadio se ubicaron para alentar al “Súper Depor” el jugador del Valencia de España, Enzo Pérez, quien había viajado la semana pasada a San Juan a ver al Cruzado; y el defensor ex jugador del club y de Boca, entre otros, Mariano Echeverría.
Ambos fueron ovacionados por todos los fanáticos Botelleros.
