Por Gastón Bustelo - gbustelo@losandes.com.ar
Sigue recibiendo malas noticias la economía local. A la crisis vitivinícola que el Gobierno sigue sin encontrarle una solución, se suma ahora la imposibilidad de ingresar peras y manzanas a Brasil, afectadas de carpocapsa. Todo esto sucede en el marco de una situación económica que está lejos de ser la más ventajosa.
Siguen todavía dando que hablar los datos generados por el informe anual sobre la economía de Mendoza del Ieral-Fundación Mediterránea, en el que se señala que las cuentas provinciales en 2014 fueron deficitarias por sexto año consecutivo, la actividad económica resultó -3,8% el año pasado después de haber llegado a un modesto 2,4% en 2013.
Explican también los investigadores Gustavo Reyes y Jorge Day que hay un desfase entre los ingresos y egresos que no ha sido por caída de la recaudación y agregan un dato clave: que la presión impositiva del principal impuesto en la provincia (Ingresos Brutos) casi se ha duplicado cuando se compara el promedio de los años 1997-2007 con el de 2004-2014.
En el primer bimestre de 2015, últimos datos disponibles a hoy, la recaudación que muestra la página de la Administración Tributaria Mendoza (ATM) refleja un 25% de incremento contra el mismo período de 2014: los que más aportaron fueron el impuesto Automotor, con una suba del 37% en la recaudación, e Ingresos Brutos, con el 24%.
Los del Ieral explican lo básico: si el desequilibrio de las cuentas fiscales no se produjo porque el Estado recibiera menos ingresos, debe explicarse por el gasto. Afirman que el gasto primario pasó de representar el 13,1% de la economía provincial (ese porcentaje corresponde al promedio entre 1997 y 2007) a casi el 20% en 2014 con clara influencia del gasto en personal. Con respecto a la planta de personal, la misma continuó creciendo muy por encima de la población, pero lo hizo a un ritmo levemente superior al de 2013 y bastante por debajo del crecimiento promedio del período 2009/12.
Todos estos números se conocen a 3 semanas de que votemos en las PASO. Cierto es que la campaña viene siendo mediocre y lo único que escuchamos son consignas repetidas, promesas de solución de problemas que ya escuchamos en otras oportunidades, por lo que el tiempo pasa, los gobiernos también y los problemas quedan.
Ahora, a la catarata de complicaciones se suman los problemas con Brasil al no poder enviar peras y manzanas a ese país. El año pasado Mendoza les vendió a los brasileños por esos productos U$S 10 millones. El lunes 24 de marzo los exportadores locales se enteraron de la noticia. Qué hizo el ministro de Agroindustria, Marcelo Costa. ¿Viajó a Buenos Aires a reunirse con el ministro de Agricultura de la Nación, Carlos Casamiquela? ¿Se reunió con los funcionarios de su gabinete para buscar alguna solución?
¿Se juntó con referentes del sector para debatir sobre las consecuencias que les traería la prohibición brasileña? Nada de eso, aprovechó el feriado largo. ¿Habrá viajado dentro del país para fomentar el turismo interno como ordena el mandato kirchnerista? No, Costa optó por el pisco y las machas de Chile. Para colmo, la crisis vitivinícola sigue su curso a pesar de las medidas anunciadas, es que está por terminar la cosecha 2015 y los excedentes vínicos siguen sin salir.
Las entidades del sector vitivinícola se reunieron el martes pasado y decidieron negociar directamente con la Nación para conseguir fondos frescos y no reintegros posteriores al operativo.
"No podemos esperar, hacer un expediente y toda la burocracia que nos piden para que nos llegue el dinero", indicó el titular de Acovi, Carlos Iannizzotto, luego de la reunión, y agregó: "No cortamos las negociaciones con el gobierno provincial, pero necesitamos ayuda rápida y ahora apuntamos a trabajar con los funcionarios nacionales". Al finalizar la reunión emitieron un documento en el que señalan con crudeza: "Productores afirman que el Gobierno perjudicó aún más al sector con promesas que aún no se han cumplido, como los créditos de cosecha que están sin entregar".
Esta es una parte de los problemas que tenemos, los candidatos a gobernador deberían ir sugiriendo soluciones concretas más allá de diagnósticos repetidos. De todas formas, no habrá soluciones mágicas y mucho menos rápidas. Además, habrá que esperar qué medidas económicas de fondo toma el presidente que asuma en diciembre.