Lamentablemente, siguen siendo noticia. Son 139 las personas que han fallecido en lo que va del año en accidentes viales ocasionados por el choque de sus vehículos. Lo grave es que aquellos que iban en moto -pese a las campañas de concientización- superan a quienes se desplazaban en auto u otro medio.
Según datos de la organización Voluntarios en Red, 53 motociclistas perdieron la vida en calles y rutas mendocinas frente a 49 que lo hicieron a bordo de sus automóviles. Lo grave es que en todo el año pasado fueron 64 los fallecidos a bordo de motos, mientras que en 2015 en poco más de seis meses se está cerca de alcanzar ese triste número. En 2013, en tanto, habían sido 74 los motociclistas muertos en Mendoza.
El panorama se agrava si tenemos en cuenta que ya hay casi 6 millones de motocicletas en el país, una cada dos autos, según datos de la Dirección Nacional del Observatorio Vial difundidos por Osram Argentina.
Otro dato importante es que en 2011 (último registrado por la Agencia de Seguridad Vial nacional) el parque de motos en Mendoza era de 195.425 vehículos, lo que representaba una moto cada 10 habitantes, cantidad que ahora se habría superado ampliamente.
“La popularización de estos vehículos se da principalmente por la necesidad de contar con transportes más rápidos y versátiles ante la cantidad de embotellamientos que suelen existir en las grandes ciudades”, opinó Nicolás D'Alessandro, gerente de Ventas de Osram Argentina.
Además, agregó que datos estadísticos de organizaciones vinculadas a la seguridad vial les demostraron que durante el año 2014 un 35% de los 7.613 accidentes viales ocurridos en el país involucraron motos.
“Este número se acentúa dado que aunque el parque de motocicletas esté en plena expansión, aún no hay una cultura naturalizada de conducción segura y responsable de las mismas. No utilizar casco, por ejemplo, es común en nuestro país. La relación indica que solo lo utilizan un 46% de los conductores y solo un 24% de los acompañantes”, estimó D’Alessandro, y completó: “Las regulaciones indican que la utilización de este elemento de protección es obligatoria y se trata de un objeto esencial para la prevención de lesiones más graves”.
Inés Valencia, Directora del Servicio Coordinado de Emergencia (SEC), aclaró que aunque el sistema de carga de datos no discrimina entre motociclistas o automovilistas, admitió que los primeros son los más vulnerables y los que sufre las lesiones más serias, junto con los peatones y los ciclistas. “Tenemos un estimado de 100 a 130 salidas de las ambulancias por accidentes de tránsito por día, lo que equivale a un 60% de las salidas totales”, informó.
Un médico que trabaja en el SEC contó a Los Andes que atiende unos 10 choques por día con motos involucradas. De todas formas, aclaró que depende mucho del día ya que los viernes y sábados a la noche, los lunes en la madrugada y los principios de mes -cuando la gente recién ha cobrado- son días en que los heridos en moto aumentan.
Imprudencia y velocidad
Según la Asociación Argentina de Motovehículos (Mottos), en Mendoza se registró una baja interanual de 8% en cuanto al patentamiento de estos vehículos: de enero a junio de este año fueron 8.856, contra 9.668 del mismo período de 2014. Sin embargo, los accidentes viales no disminuyeron.
Los 53 motociclistas fallecidos en Mendoza este año representan el 40% del total de vidas perdidas en calles y rutas hasta el momento. Y superan casi en 10% la cantidad de muertos en 2014 (28%) y 2013 (29%).
Otro dato destacable es que diariamente, según publicó Los Andes hace pocos días- ingresan a la Playa San Agustín (donde van a parar los vehículos secuestrados por la Policía Vial) 15 motos, de las cuales sólo vuelven a las calles dos. Hoy, hay unas 2.000 que próximamente serán compactadas.
“La cantidad de fallecidos que iban sobre una moto es superior por varias razones. La primera es que es mucho más económico comprar una moto que un auto y además, es son más baratas para trabajar, mantenerlas y guardarlas”, explicó Hugo Fiorens, titular de la ONG Voluntarios en Red.
Él destacó que otro de los factores que inciden en que las personas opten por las motos es la agilidad y rapidez para sus desplazamientos. “Hay mucho trabajo informal con las motos delivery y es más fácil que contratar a alguien con un auto. Pero la principal causa de las muertes es por exceso de velocidad, por falta de casco protector o por casco de mala calidad. Un casco bueno cuesta más que la moto”, añadió el especialista.
Además, agregó que en el caso de las motos chicas se entiende que las personas opten por cascos más baratos, pero que un casco bueno (que proteja la vida) cuesta unos $ 5.000; los otros se usan solo para cumplir con la ley “porque de protección no sirven”.
Al respecto, desde la Asociación Luchemos por la Vida informan que los motociclistas que usan el casco tienen 73% menos de mortalidad que los que no lo usan, y hasta 85% menos de lesiones graves.
En el SEC reconocieron que el uso del casco no es generalizado y que, cuando deben acudir a una emergencia, suelen comprobarlo. Según el médico consultado, 40% de quienes viajan como acompañantes en moto no usan casco.
“Es clave comprender que las víctimas de accidentes de motos son personas con mucha vulnerabilidad social. En general son trabajadores que se trasladan y los daños colaterales que dejan son graves. Muchas familias pierden no solamente a uno de sus miembros, sino también la única fuente de ingresos”, destacó Fiorens, agregando que los heridos tardan meses en recuperarse, no pueden trabajar ni estudiar y que muchos necesitan prótesis y que hacen malabares para poder conseguirlas.
Sin casco, un error
La Ley Nacional de Tránsito obliga al uso de casco cuando se circula en motos o ciclomotores. Sin embargo, hay mucha gente que no lo utiliza. Esta obligatoriedad parece lógica teniendo en cuenta que estos vehículos no poseen carrocería alguna que pueda servir de contención en caso de choque o vuelco, y que la sola pérdida del equilibrio en la moto puede significar un tremendo golpe de la cabeza contra el suelo.
Sin embargo, las últimas mediciones de uso de casco realizadas por Luchemos por la Vida en la Ciudad de Buenos Aires, en marzo de 2014, indican que el 16% de los conductores de motos o ciclomotores no lo usaban. Y relevamientos parciales en el gran Buenos Aires y localidades del interior del país realizadas por la misma ONG muestran que el casco es allí muchísimo menos usual.
