El gobierno de Donald Trump admitió haber perdido la pista de al menos 1.475 niños inmigrantes procedentes de países centroamericanos, que repartió entre tutores particulares el pasado año y a los que no puede encontrar
Se trata de menores que habían ingresado en el país cruzando la frontera de Estados Unidos por Texas, y que formaban parte de un grupo de algo más de 7.600
El Departamento de Servicios Humanos y de Salud había puesto a los menores en manos de adultos nombrados 'sponsors' en 2017, un procedimiento habitual para cobijar a los miles de niños que ingresan en el país de manera ilegal
Autoridades locales informaron que, siguiendo el protocolo correspondiente, entre octubre y diciembre pasado se contactó con los tutores para confirmar que los menores se encontraban a buen recaudo.De los 7.635 que formaban el grupo original, 6.075 se hallaban aún en su destino, mientras que 28 se han escapado, 52 viven ahora con otras personas, cinco han sido deportados, y del resto las autoridades no tienen información