Más distritos pretenden la autonomía municipal

La Cámara baja analiza una enmienda a la Constitución provincial para permitir la creación de comunas. A Bowen y Palmira se suman Carrodilla y Rodeo de la Cruz.

Más distritos pretenden  la autonomía municipal

Liana Piedrafita, una de las referentes del movimiento autónomo de Bowen, cuenta que los tildan de separatistas y que los habitantes de General Alvear no entienden por qué están reclamando su propio gobierno.

Sin embargo, ella enumera una larga lista de problemas a los que los mismos vecinos debieron buscar una solución y sintieron que estaban solos en la tarea. Es que el modelo mendocino de gestión territorial genera que haya 18 ciudades cabecera que eligen a sus autoridades, mientras al resto se les designa un delegado y las distancias -en kilómetros y en calidad de servicios- a menudo se hacen sentir.

De ahí que varias poblaciones reclamen, con diversos argumentos, la posibilidad de gobernarse a sí mismas y que se vislumbre que otras también puedan querer optar por el autogestión. Uspallata, por ejemplo, se encuentra a unos 130 kilómetros de la plaza departamental de Las Heras.

La Consulta tiene una cantidad de habitantes considerablemente mayor que la villa cabecera de San Carlos. Y Guaymallén es el departamento más poblado con áreas urbanas concentradas, pero otras rurales y productivas, con realidades muy distintas.

Algunas de estas comunidades se han organizado desde hace años para lograr que se les reconozca su autonomía. En Palmira se comenzó a hablar de la necesidad de acceder al estatus de departamento, y separarse de San Martín, en 1928.

Un grupo de vecinos autoconvocados de Bowen se reunió en 2010 para luchar contra la contaminación de un feed lot en el ingreso del distrito y después empezaron a pedir que les permitan contar con representantes elegidos por ellos mismos y presupuesto para la gestión. Otras, como Carrodilla y Rodeo de la Cruz, se sumaron de modo más reciente.

La inquietud fue tomada por el presidente de la Cámara de Diputados, Jorge Tanús, oriundo de Palmira, quien elaboró un proyecto que apunta a reconocer la autonomía municipal, para ajustarse a lo que estableció la reforma de la Constitución Nacional de 1994, y que sólo Mendoza, Buenos Aires y Santa Fe no han incorporado en sus cartas magnas. También retoma la propuesta de la abogada constitucionalista María Gabriela Ábalos de distinguir entre municipios y comunas.

Sin embargo, como la reforma de la Constitución provincial es algo difícil de concretar, el legislador apela a la idea de Ábalos, de modificar el artículo 197 a través de una enmienda constitucional. Esta posibilidad debería ser sometida a un referéndum popular en el marco de elecciones, y de ahí que los vecinos movilizados apunten a las próximas de octubre.

El proyecto de Tanús se está debatiendo en la Comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales de Diputados, y un grupo de legisladores viajaría esta semana a Bowen y la próxima a Palmira. El impulsor de la iniciativa reconoció que es importante el consenso ya que además de aprobar la enmienda se deberá debatir qué características definirán a una comuna y repensar de qué manera se las dotará de recursos para su autonomía financiera.

Municipios y comunas
María Gabriela Ábalos abordó la problemática en su tesis de doctorado y resalta que Mendoza debería haberse ajustado a lo que fijó la Constitución Nacional en este sentido hace 21 años.

La autonomía municipal está reconocida allí en cuatro niveles: institucional (debería derogarse la Ley Orgánica de Municipalidades y cada municipio establecer su propia normativa); política, es decir el pueblo debe poder elegir a sus propios representantes; económico-financiera, lo que implica contar con recursos propios; y administrativa.

Ábalos indica que en la provincia se sigue el modelo de municipio/departamento, que engloba varias ciudades y tanto áreas urbanas, como rurales y de transición. Por eso, considera que debería instalarse el debate sobre si esta sigue siendo la mejor opción o si se puede avanzar en la organización de municipio/ciudad, en la que se respeten las 18 villas cabecera históricas, pero las que superen los 3 mil habitantes también puedan tener autonomía.

La propuesta de la abogada -y resalta que es una posibilidad entre varias que se pueden evaluar- es que estas comunas autónomas tengan la posibilidad de elegir a sus propios representantes, aunque aclara que no se trataría de una gran estructura burocrática, sino de un consejo de cinco vecinos.

También tendrían fondos propios para administrar, pero serían los mismos que ya se destinan al distrito o localidad, con la opción de que los lugareños decidan cuál es el mejor destino para ellos. En cambio, no podrían dictar su propia carta orgánica (como sí los municipios).

En una provincia que está avanzando en la integración de los departamentos que conforman el área metropolitana, la especialista plantea que los dos procesos no se excluyen. De hecho, subraya que el modelo no apunta a la creación de municipios independientes, sino que por el contrario considera que sería positivo que estas comunas estén integradas regionalmente.

“El vecino es el que está más cerca, el que conoce las necesidades y problemas de la zona. La autonomía municipal es una herramienta de desarrollo”, manifiesta María Gabriela Ábalos. Por su parte, Jorge Tanús plantea: “Las ciudades grandes son cada vez más grandes y las chicas tienen déficit de servicios y están postergadas económicamente. Esta propuesta podría ayudar a revertir la situación”.

Por su parte, María Elina Gudiño, directora del doctorado en Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sustentable (de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCuyo), se mostró en desacuerdo con la existencia de más subdivisiones y estructuras de administración. Y si bien comparte el diagnóstico de que la mayoría de los intendentes se concentran en la villa cabecera en desmedro de otras localidades y opina que en este sentido el reclamo de los pobladores es legítimo, considera que la solución es que se administre todo el territorio municipal. Es que para ella, con la separación se pierde el sentido del territorio, ya que es una construcción social vinculada al concepto de municipio.

Bowen: ignorados por la comuna

Cuando en 2010 se le dio habilitación como comercio a un feed lot instalado en el ingreso a Bowen y los vecinos tuvieron que soportar los malos olores y las moscas se reunieron para reclamar. Después de varios meses de lucha, de golpear puertas de diversos despachos y de juntar firmas, lograron la clausura.

La pelea continuó después por el centro de salud, que desde los ‘50 no había tenido mejoras, carecía de médicos de guardia y necesitaba equipamiento nuevo. Aunque la respuesta a todo esto llegó, debieron hacer marchas con antorchas e innumerables trámites.

El resultado de esto, plantea Liana Piedrafita, una de los vecinos autoconvocados, fue que se dieron cuenta de que han sido “sistemáticamente ignorados” por las autoridades municipales, al punto que el asfalto de calle Centenario llega desde General Alvear hasta el cartel de “Bienvenidos a Bowen”.

Entonces empezaron a pensar en la idea de autonomía y no sólo se han contactado con varios especialistas, sino que han organizado reuniones para solicitar la posibilidad de auto gobernarse.

Palmira: con un perfil diferente

Los habitantes de Palmira vienen trabajando para convertirse en departamento desde 1928. Oscar Guevara, uno de los vecinos que participa activamente en la tarea, cuenta que en 1992 no se logró el aval legislativo y que ahora hay un nuevo proyecto que se presentó en 2011 en la Cámara de Senadores, pero no ha sido tratado.

El pedido de separarse de San Martín tiene el aval de casi 13 mil firmas, lo que supera 30 por ciento de la población y 65 por ciento del padrón de votantes del distrito.

El principal argumento, detalla Guevara, es que Palmira no tiene el perfil vitivinícola del resto del departamento, que apunta a lograr el título de “Capital del Bonarda”.

El distrito creció de la mano del ferrocarril, tiene aún la playa ferroviaria más importante del oeste argentino, y el proyecto actual es constituirse en un polo industrial y de servicios. Es que la futura traza de la ruta 40 pasará por esta localidad, por lo que será un punto estratégico en el corredor internacional. El habitante es, además, trabajador obrero o pequeño industrial, con una idiosincrasia distinta del bodeguero o peón de finca.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA