Este sábado, ante River Plate, será el último partido de Godoy Cruz Antonio Tomba en el Malvinas Argentinas, al menos por un tiempo, ya que le tienen que realizar trabajos para la próxima Copa América y, como pasó en el 2011, el Tomba tuvo que ponerse a buscar un estadio para disputar los últimos tres encuentros de local de la Copa de la Liga Profesional.
Allí surgieron los nombres del estadio Juan Gilberto Funes de San Luis, donde el Expreso ya jugó en el 2011 cuando tampoco pudo usar el mundialista por la Copa América, pero además se agregaron como candidatos el Estadio Parque La Pedrera, también de la vecina provincia, o alguna de las canchas de Mendoza: Gimnasia, Deportivo Maipú y, en menor medida, Independiente Rivadavia.
Pero la dirigencia tombina, con José Mansur a la cabeza, decidió dar un golpe de timón y comenzó a hacerle remodelaciones al Feliciano Gambarte para jugar los partidos ante Arsenal, Central Córdoba y Banfield.
Claramente, el presidente tombino busca reconciliarse con el hincha, sobre todo porque este es un año electoral y Mansur necesita del voto del socio para continuar en el poder. Los últimos acontecimientos (el fallecimiento del “Morro” García y la actualidad deportiva del equipo) debilitaron la imagen del dirigente, quien pasó de ser indiscutido a criticado por una buena parte de la parcialidad.
Los dos banderazos donde le exigieron la renuncia fueron una muestra del descontento que tiene el hincha con el mandatario, pero está claro que la gran mayoría que asistió a las protestas no tiene voto en el club porque no es socio activo (NdeR: en las últimas elecciones votaron unos 940 socios y por la pandemia se espera que en las próximas elecciones el número sea menor).
La reconciliación que quiere lograr el dirigente con el hincha llega en el momento más oportuno, ya que tiene casi un mes para poner en condiciones el estadio para enfrentar a Arsenal y porque el gasto es mucho menor al no tener asistencia de hinchas, ya que sólo tiene que invertir en poner en condiciones el terreno de juego, los camarines, la iluminación y el sector de prensa.
En decir que el Gambarte será refaccionado “con lo justo” para ser habilitado por Liga Profesional y después se verá que será de su futuro, pero… ¿qué pasará si el Tomba gana sus tres encuentros? ¿Cómo se le dice al hincha que la siguiente fase de la Copa de la Liga Profesional se jugará de nuevo en el Malvinas Argentinas? Hay muchas preguntas y pocas respuestas, lo claro es que por el momento la dirigencia está trabajando a contrarreloj para poder dejar el estadio “presentable” para impresionar a los dirigentes que llegarían este viernes a Mendoza apara evaluar las refacciones.
Los costos de dejar el Gambarte “funcionando”
Desde hace varios años la “Agrupación por el Barrio” viene trabajando por la vuelta al Feliciano Gambarte y nunca estuvieron tan cerca como en estos días. Hace un par de meses la agrupación realizó un relevamiento del estadio, se lo presentaron a Mansur y allí se conocieron algunos números.
Este estudio arrojó que con 4 millones de dólares el estadio quedaría habilitado con lo mínimo e indispensable como para jugar, pero las mejoras tendrían que continuar y para agrandar el aforo, mejorar la iluminación y otros detalles el monto ascendería casi a los 10 millones de dólares, un número que con la economía de hoy parece imposible.
En su momento, la dirigencia tombina, que lleva casi dos décadas en el club, priorizó la construcción y mejora del predio que el club tiene en Coquimbito y está bien, porque fue una obra que ayudó a crecer a la institución, pero una vez terminada la concreción de ese sueño decidió frenarse y no continuar con el Feliciano Gambarte, algo que los hinchas vienen pidiendo hace años y que hoy le abarataría el costo de una forma significativa.
A pocos meses del centenario y de las elecciones, la dirigencia de Godoy Cruz buscará amigarse con el hincha tocando una fibra íntima como lo es el regreso al Gambarte… ¿le alcanzará?