Ningún sector se salvó de la crisis económica que provocó la pandemia. Y mucho menos los clubes deportivos, que desde el pasado 15 de marzo, debieron cambiar la forma en que llevaban a cabo su administración. Algunos más, otros menos, pero todos sintieron el cimbronazo que significó el aislamiento obligatorio.
Sueños truncos, proyectos que se desaparecieron, angustia, miedo e incertidumbre pasaron a formar parte de los diálogos cotidianos de deportistas y dirigentes mendocinos, quienes, a partir de las consultas realizadas, se animaron a confiar cuáles serán las estrategias para poder reiniciar las actividades. Claro, dependerán de que no se agrave la cuestión sanitaria en las próximas semanas.
Rodrigo Flores, profesor y máximo responsable del club ATP, mira hacia el limpio horizonte de Luján de Cuyo, tratando de encontrar una respuesta al desastre financiero. Este espacio, antes de la cuarentena, era uno de los más elegidos en ese sector de la provincia. “El año pasado, en Chacras de Coria, en una alianza con la Casa del Maestro, instalamos un gimnasio y canchas de fútbol, donde desarrollamos actividades para el futbol y futsal femenino, haciendo hincapié en el crecimiento de estas disciplinas desde los dos años en adelante. Durante el verano llevamos a cabo un trabajo con nenas de cuatro a doce años. Cuando en marzo llegó el tiempo de los amistosos, el trabajo se esfumó con la cuarentena. No pudimos cobrar más y el primer mes terminamos sin matrícula. Ahora todo se complica por las restricciones por espacio, el miedo de los padres y las bajas temperaturas. Hay que volver a empezar de nuevo y es difícil poner una fecha de retorno. Tal vez en tres meses, pero hay que esperar para tener certezas. Debemos ser prudentes”, dijo Flores.
A más de 60 kilómetros de allí, en el Este provincial, Bernardino Rivadavia es una de las entidades más reconocidas por su actividad principal: hockey sobre patines. “Nos encontramos con problemas para sobrellevar el pago del sueldo de los entrenadores. En el hockey acordamos que iban a cobrar lo que trabajaron y colaborarán ad honorem hasta que finalice la cuarentena. El Municipio aportará un subsidio, pero estamos pensando en recortar el plantel de técnicos porque serán menos los jugadores que vengan a entrenar; hay mucho temor. Estamos buscando recursos económicos a partir de actividades extradeportivas y los jugadores de primera aportaran dinero para los gastos”, dijo su presidente, Fabricio Donadel.
La recorrida por el Este incluyó al Atlético Palmira, donde la situación no es muy distinta a otras. “No hay ayuda de nadie, los subsidios no existen y estamos sosteniendo la parte económica como podemos. El objetivo es no generar deudas. Teníamos para mejorar la infraestructura, pero por ahora quedaron postergados. El hockey ya inicio las actividades, aunque no estoy del todo convencido, pero veremos cómo se desarrolla el protocolo. Pronto nos vamos a reunir con otros deportistas para ver como reactivamos todo. Es como empezar de nuevo”, confesó Ricardo Cartellone, presidente de la entidad.
En el caso del club General San Martín, el gobierno colaboró con el pago a empleados de planta, en tanto que se utilizó dinero ahorrado para el pago a profesores y entrenadores. “No debemos dinero. La masa societaria no pagó las cuotas y ahora, en el retorno de las actividades, estamos intentando que paguen todos, Estamos financiando con muchísimas cuotas las deudas con el club, sobre todo a quienes no pagan desde marzo. Para entrar hoy al club hay que tener la cuota de junio al día. Contábamos con entre 900 y mil socios, pero en la actualidad solo está concurriendo la mitad”, afirmó Fabián Leguizamón, coordinador deportivo.
“Nos juega en contra el temor de la gente al virus. Estamos aplicando todos los protocolos y de a poco se va reactivando, pero tampoco está entrando dinero en concepto de alquileres. Si esto sigue así, no sé qué haremos”, amplió su presidente, Rubén Bocanegra.
Yerutí, que cuenta solo con hockey sobre césped, también sufrió los golpes económicos de estos tiempos: “El golpe, en un club de nuestras características, se sintió mucho. Los entrenadores resignaron parte de su sueldo. En su momento pedimos un subsidio a la Nación, pero se nos negó con un invento formal que no es tal. No tuvimos ayuda alguna del gobierno. Estamos tristes, molestos e incómodos”, confió Alberto Aguiló, su presidente.
El Club de Hockey Vistalba es un polo de desarrollo deportivo en ese distrito de Luján de Cuyo, donde la pandemia llegó en medio de una gran reestructuración. Así lo explicó Marcos Lienaux, su presidente: “Hemos padecido porque mucha gente dejó de abonar sus cuotas. Sin embargo, las familias más fanáticas siguieron pagando y esto nos permitió sobrevivir en estos tres meses. Ahora estamos reanudando con protocolos sanitarios y mucha gente está regularizando. Esto nos va a permitir salir del pozo en el que estamos para volver a ser una institución normal”.
En Impsa, de a poco están volviendo las actividades: ya retornaron pádel, tenis, hockey patín, futsal y patinaje, aunque luego de haber reducido la cuota social a la mitad, llegó el momento de volver al total de su cobro: “en julio vamos a tener que volver al costo de la cuota al 100 %, porque no podemos sostener la estructura”, confió Hugo Palacios, titular de la entidad.
En lo institucional, estamos bien. En lo deportivo, el club está cerrado. Estamos al día con los sueldos del personal
Gabriel Mostaccio -Presidente del A. C. San Martín
En el corazón de Las Heras, Cementistas brilla como uno de los animadores del torneo de futsal. Durante los meses de marzo y abril, unos 150 jugadores pagaron pese al cese de actividades, permitiendo pagar “el 50 por ciento al personal estable del club”. Según estiman en la entidad, unos 450 niños concurren a practicar actividades. La intención fue tramitar un subsidio, pero los dirigentes no son optimistas en cuanto a esto. “Cuando no alcanzó el dinero, la comisión directiva aportó fondos propios”, confirmó Víctor Herrera.
El uso de las redes sociales fue sumamente efectivo para Mendoza de Regatas, que puso todos sus recursos a través de esa vía, para sostener el contacto con sus asociados y se le pidió a sus socios vitalicios un aporte a modo de bono para poder cubrir las cuotas que los socios no podían pagar. “Una vez que comiencen a retornar los socios, habrá formas y planes de pago para aquellos que no pudieron pagar durante los meses de cuarentena”, expresó Jorge Aguirre Toum, su presidente.
Nos afectó mucho la parte económica, porque los padres no pueden pagar las cuotas. Estamos analizando estrategias financieras
Gustavo Alcaráz - Presidente de Casa de Italia
En el Valle de Uco, Los Escarabajos reúnen a 110 deportistas de hockey césped y rugby. Y desde el inicio de la cuarentena, se decidió “no cobrar la cuota social y mantener el club con el aporte de la comisión directiva. Pero no sabemos si vamos a poder sostenerlo”, expresó Javier Capellani, su titular.
Rumbo al Sur de la provincia, la situación tampoco varía demasiado. Pablo Giangrave, titular de Sportivo Pedal Club, contó: “antes de la pandemia visualizamos un año complejo en lo económico, por eso pensamos mucho el presupuesto para esta temporada. Teníamos una serie de estrategias, pero la pandemia echó por tierra todo. Ahora estamos sufriendo la poca recaudación de la cuota social; apenas paga un 5%. Nos acogimos al subsidio nacional para pagar empleados y con los ingresos mínimos pagamos los gastos de mantenimiento del club. Los servicios no los hemos podido pagar”.
En San Rafael también se encuentra Maristas, donde su titular, Patricia Luján, confirmó que algunas categorías siguieron entrenando desde su casa. “Desde Séptima al plantel superior trabajaron vía zoom con profesores y entrenadores y esta semana volvieron con los protocolos correspondientes. Las Mamis han pagado la mitad de la cuota y otras han colaborado. Desde séptima a primera han cancelado el 80% de los socios. Los técnicos han cobrado el 85% de sus sueldos”.
Desde primera a séptima pagó el 80% de los socios, con transferencias. Los técnicos han cobrado el 85% del sueldos
Patricia Luján - Presidenta de Maristas (SR)
“Desde que arrancó la cuarentena tuvimos un buen respaldo de los socios, que nos permitió pagar costos fijos del personal y los preparadores físicos. Nos ayudó mucho el beneficio a los clubes tanto en la parte impositiva como en el pago del 50% de sueldos de los registrados en los libros; nos dio oxígeno” comentó el titular de Tacurú, Saúl Sosa, quien confirmó que se bajó el costo de la cuota a valores del año pasado.
El Jockey Club aún no evalúa cuántos socios han perdido desde el inicio de la cuarentena, aunque reconocen que la situación es complicada. “Hemos cumplido con los empleados. Ahora debemos evaluar cuántos socios hemos perdido. Vamos a prorratear el resto de la masa societaria que no pudo pagar en todo este tiempo. Veremos caso por caso, familia por familia”, confió Martín Spinelli, el máximo dirigente, quien agregó: “Ojalá no retornemos a la primera etapa de la cuarentena, porque ahí será muy complicado”.
Justamente ese es el tema, como se desarrollará la cuestión sanitaria en los próximos días. Por ahora, desde la provincia confiaron que no habrá ningún retroceso en las fases. Por ahora, los clubes pueden volver a respirar.