Boca empató el partido sobre la hora ante River en la Bombonera por un gol de Milton Giménez, pero el árbitro Nicolás Ramírez, tras revisar la jugada en el VAR, decidió anular el tanto por una mano del delantero. El encuentro se reanudó y apenas un minuto después culminó con la victoria final del Millonario por 1-0. Una decisión correcta del juez.
En la repetición, se pudo comprobar que efectivamente existió un contacto de la mano de Giménez con la pelota. A partir de ahí, es necesario aclarar que el reglamento explica que, si un jugador que toca la pelota con la mano, convierte el gol al tocarla o en el desarrollo inmediato de la jugada, no hay interpretación: esa mano se cobra aunque sea accidental, bajo el principio de que no se puede obtener un gol con la mano.
De hecho, esa jugada es la única que el reglamento explica que, aunque haya sido “accidental”, debe cobrarse como mano. Ahora bien, siendo taxativo el reglamento en ese sentido, es llamativo que el VAR haya llamado a ver la jugada, porque si existió el contacto, no hay más que debatir.
Esto se puede apreciar en la regla 12, de la página 112 de las Reglas de Juego FIFA 2024/25, que dice que “cometerá infracción el jugador que: marque el gol en la portería adversaria (...) inmediatamente después de que el balón le toque en la mano o el brazo, incluso de manera accidental”.
Así, resultó acertada la decisión de Ramírez, que posteriormente a la jugada expulsó a Cristian Lema por doble amarilla, a raíz de que el marcador central no respetó la regla de la Zona de Capitanes al reclamarle por su decisión (el único habilitado para debatir con el juez era Pol Fernández, designado por el capitán Sergio Romero).