Este fin de semana las ligas regionales de los distintos puntos del país tampoco se salvaron de las polémicas decisiones arbitrales que tienen como consecuencia las violentas reacciones de jugadores, cuerpo técnico e hinchas.
Esta escalada de violencia tuvo comienzo la semana pasada en el partido entre Barracas Central vs Patronato, luego se replicó esta semana cuando un jugador de la liga de Tres Arroyos golpeó a una jueza y se repite ahora en una batalla campal en Miramar.
El suceso ocurrió mientras se disputaba el encuentro entre La Barraca contra Deportivo Mitre, en el marco de la décima fecha del torneo Niel Abel Brivion, durante la mañana del domingo en un encuentro en el cual el equipo local ganaba por 1 a 0 y se ubicaba cada vez más cerca del puntero San Martín.
Según relataron los testigos, todo comenzó cuando los visitantes empataron a minutos del final, con una supuesta mano que el arbitro, Germán Gutiérrez, no observó. A raíz de esto, los locales increparon a la terna arbitral de forma violenta.
Gutiérrez intentó escapar, pero no pudo eludir los golpes de parte de los jugadores y espectadores del partido, quienes lo arrinconaron contra un vehículo que estaba estacionado en inmediaciones de la cancha. Entre los agresores, inclusive, un menor le arrojó una patada.
En ese momento la situación se descontroló cuando intervinieron futbolistas del otro equipo para intentar apaciguar los ánimos, algo que no hizo más que recrudecer la espiral de violencia y tuvo como resultado que se desencadenara una batalla campal entre miembros de ambos equipos.
Tanto los árbitros del partido como un delegado de uno de los equipos fueron asistidos en el lugar y no presentaron lesiones de preocupación. Cabe recalcar que según la información difundida hasta el momento, no se aprehendió a ninguna persona que participó de la golpiza.
Por otra parte cabe recalcar que La Liga Independiente de Fútbol de los Barrios de General Alvarado es una liga regional que no está afiliada a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), por lo que sus partidos no requieren de presencia policial ni de un alambrado en las inmediaciones del terreno.
