El Liverpool dio un paso atrás en la carrera por el título de la Premier League. Tras sufrir recientes derrotas ante Crystal Palace y Everton, el equipo empató 2 a 2 contra el West Ham en un partido crucial que los aleja del liderato.
Los ‘reds’ se sitúan en el tercer lugar de la tabla con 75 puntos, uno menos que el Manchester City y dos menos que el Arsenal. Sin embargo, la situación se complica debido a que el Liverpool ha disputado más partidos que sus rivales directos.
Jürgen Klopp, sin prestar atención a los rumores sobre posibles incorporaciones, optó por un once inicial inusual en el enfrentamiento contra el West Ham, dejando a jugadores clave como Salah en el banquillo. A pesar del dominio del Liverpool durante gran parte del partido, el equipo luchó por generar peligro en el área rival.
Durante los primeros minutos, el Liverpool controló el balón y buscó abrir espacios en la defensa del West Ham. Sin embargo, sus intentos se vieron frustrados por una sólida actuación defensiva del equipo local.
El primer gol del partido llegó por parte del West Ham, con un cabezazo de Bowen que venció la portería del Liverpool. A pesar de este revés, el Liverpool continuó presionando en busca del gol del empate.
El empate llegó poco después, con un gol de Robertson que igualó el marcador para el Liverpool. Este gol revitalizó al equipo ‘red’ y aumentó su determinación al ponerse 2-1 con un gol en contra de Areola.
Sin embargo, el West Ham respondió rápidamente con otro gol, esta vez de la cabeza de Michail Antonio, que volvió a poner el partido igualado.
A pesar de los esfuerzos del Liverpool por remontar el marcador, el West Ham logró mantenerse firme y asegurar un empate que complica las aspiraciones del Liverpool en la lucha por el título.
Así fue la pelea entre Jürgen Klopp y Mohamed Salah
Sin embargo, el verdadero drama se desató en el banquillo del Liverpool cuando, tras el gol del West Ham, Mohamed Salah mostró su frustración al no ingresar al campo de juego.
Un tenso intercambio de palabras entre Salah y Klopp reveló la tensión dentro del equipo, con el delantero egipcio expresando su descontento por no haber sido incluido en el partido en un momento crucial.