Hay un clima enrarecido en Independiente Rivadavia después de que un grupo de barrabravas interceptara el colectivo en el que viajaba el plantel la semana pasada, post derrota ante Atlético de Rafaela en Santa Fe. Hubo golpes, agresiones por doquier y amenazas, situación que casi termina con la renuncia de la dirigencia y el cuerpo técnico, aunque finalmente continuaron todos.
El trabajo durante los días siguientes fue en medio de nervios, temores e incertidumbre. ¿Quién puede desarrollar su labor con tranquilidad y concentración después de lo que pasó? El bajón era evidente y así salió a la cancha este domingo la Lepra a enfrentar a Brown de Puerto Madryn, que lo derrotó 2-0.
Una vez finalizado el juego, el entrenador Gabriel Gómez encaró los micrófonos y dejó sus sensaciones. Por un lado, confirmó que continuará aunque no se puso plazos. Por el otro, pidió cambios y acción a la dirigencia en la lucha contra la violencia. Además, se refirió a la deuda que el club mantiene con el plantel.