“Para mí todos los jugadores deberían empezar en el fútbol sala porque se aprende muchísimo en el espacio reducido”, le aseguró Ronaldo Nazario a Juan Sebastián Verón en una charla que mantuvieron por Instagram durante la pandemia. El año pasado, Lionel Scaloni fue invitado para el sorteo de la Champions League de la disciplina y planteó la posibilidad de combinar la práctica del futsal con el fútbol 11: “Si yo tuviera cuatro, cinco o seis años comenzaría en Futsal. Es algo indispensable para la técnica, para que los niños vayan tomando contacto con la pelota, tocándola tantas veces. Seguramente saldrían mejores jugadores con mucha más técnica y se entendería mejor el juego”.
Haber elegido dos citas de referentes de Brasil y la Selección Argentina en el fútbol 11 tirándole flores al futsal no fue casualidad. La Verdeamarela y la Albiceleste serán los protagonistas de una nueva final del mundo en la disciplina este domingo desde las 12. Para el combinado nacional será la tercera consecutiva, situación que no extraña ya que desde que se cambió la metodología de trabajo en 2014 se convirtió en una potencia mundial.
Hasta ese entonces, Argentina apenas había alcanzado la cuarta posición en Taiwán 2004 -casualmente cayó ante Brasil por el bronce- y solo tenía una Copa América ganada en 2003. La llegada de Diego Giustozzi como entrenador en 2013, más la coordinación de los dirigentes de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) de aquel momento, significó un cambio no solo a nivel selecciones sino en las competencias entre clubes. “Cambiamos el entrenamiento técnico, físico y táctico. También fue clave la empatía que se mantuvo con directivos y los demás técnicos para ir detrás de una misma idea. Así generamos un camino y un gran trabajo desde las Inferiores para ganar el Mundial en 2016 y ser protagonistas. Nos metimos en una dinámica positiva de la que estoy seguro que no saldremos nunca”, sostuvo Giustozzi en una entrevista con la web de FIFA.
Las consagraciones en la Copa Confederaciones 2014 y la Copa América 2015 significaron el puntapié de un nuevo paradigma en la disciplina a nivel nacional, que un año más tarde alcanzó la cima en Colombia al vencer por 5-4 a Rusia en la final, con tantos de Alamiro Vaporaki, Leandro Cuzzolino, Alan Brandi y Constantino Vaporaki, estos últimos dos aún vigentes con la celeste y blanca.
“Se tomaron muchas buenas decisiones que, con los resultados inmediatos, hicieron que la gente crea más. No siempre vamos a salir campeones del mundo, pero vamos a estar compitiendo”, continuó Giustozzi. Y equivocado no estuvo, ya que en Lituania 2021, de la mano de Matías Lucuix -su asistente en 2016-, nuevamente jugó una final: la suerte le fue esquiva en aquella ocasión porque cayó ante Portugal por 2-1.
No obstante, la Albiceleste siguió afianzándose ante sus rivales en América y disputando las últimas instancias de cada competencia que participaba, principalmente cruzándose con Brasil, que es de las mayores potencias en la historia de la disciplina con cinco títulos mundiales. A medida que pasaron los años, la diferencia de nivel se fue achicando. Christian Meloni, actual entrenador de las juveniles del fútbol femenino, pero con pasado en el futsal -fue entrenador de Boca-, recordó lo siguiente en diálogo con FIFA: “Me pasó como entrenador de futsal, de ir acortando la distancia con Brasil hasta poder ganarle tanto a nivel clubes como a nivel Selección. La Selección acompañó ese crecimiento del deporte. Después, había una camada de chicos importante que emigraron al exterior y lo tercero es que se hizo un desarrollo total de la actividad”.
Y es que a nivel local, a partir de la consagración en el Mundial 2016, la disciplina se potenció no solo en el AMBA, sino también en todo el país. De la mano del programa Forward impulsado por la FIFA, la AFA creó la Liga Nacional de Futsal Argentina (LNFA), un torneo en el cual compiten los principales equipos residentes de Buenos Aires y los clubes del interior agrupados en el Consejo Federal. “Desde la Selección nos permite ver a muchos más futbolistas. Hablé con jugadores, entrenadores y dirigentes, juntando información importante para nosotros”, resaltó Lucuix en una entrevista.
Pero los datos crudos respaldan aún más el crecimiento en cada punto del país a partir de la aparición de la LNFA en 2018. En concreto:
- La Primera División (solo equipos del AMBA más Rosario Central, Newell’s, Gimnasia La Plata, y Banco Provincia de Mar del Plata) pasó de tener 65 equipos en tres categorías en 2016 a 122 clubes en cinco divisiones desde el año pasado.
- En su fase provincial, la LNFA pasó de 27 ligas con 138 instituciones con su creación a 47 torneos con 667 participantes en 2023.
- La fase regional del certamen aumentó de cinco a nueve regiones en el mismo lapso de tiempo.
- A su vez, la fase nacional no se quedó atrás y amplió su cantidad de competidores de 12 a 16.
- Entre Claudio Tapia, Matías Lucuix y Jonathan Sanzi, presidente de la Comisión de Futsal y Fútbol Playa, lanzaron el Plan Estratégico Futsal 2021-2025, que posee dentro de sus 10 objetivos planteados, tiene como principal meta la profesionalización del deporte.
Si se puntualiza en instituciones particulares, Boca, San Lorenzo y Barracas Central son quizás los que más destacan y destacaron en el ámbito nacional e internacional. En la competencia ante los brasileños por la Copa Libertadores, el Ciclón salió campeón del certamen continental y es el único equipo argentino en hacerlo; el Guapo viene de ser subcampeón en la última edición -Nicolás Kravetzky, Ángel Claudino y Kevin Arrieta fueron parte de ese plantel y ahora están en la final del Mundial en Uzbekistán-; y el Xeneize quedó segundo en el Mundial de Clubes 2019, luego de haber derrotado a Barcelona en semis.
La tercera final consecutiva no es casualidad para la Selección Argentina de futsal. A partir de la asunción de Giustozzi pasaron tres Mundiales: uno ganado, otro con medalla de plata y un tercero que se definirá este domingo al mediodía, luego de haber vencido a Francia, con todo lo que ello conlleva desde la Copa del Mundo en Qatar 2022.
El último obstáculo en Uzbekistán es Brasil, el clásico rival, a quien derrotó en 2021 para acceder a la final perdida ante Portugal. El cuidado no solo debe estar en la historia que posee la pentacampeona en la disciplina, sino también en el último antecedente, que fue a principios de 2024, cuando la Albiceleste cayó en la final de la Copa América.
El plantel, una mezcla entre campeones del mundo y caras nuevas claves
Dentro de los 14 que dirán presente este domingo ante Brasil, sea desde el arranque o estando en el banco, hay cinco futbolistas que estuvieron en las tres finales que disputó la Selección Argentina: Nicolás Sarmiento (premiado como el mejor arquero en las dos ediciones anteriores), Pablo Taborda (cierre y capitán), Kiki Vaporaki (ala y autor de uno de los goles en la consagración en 2016), Alan Brandi (pívot nacido en España, pero representando al país por sus padres) y Titi Borruto (máximo goleador argentino en la historia del certamen con 17 tantos).
La particularidad de estos futbolistas es que son contemporáneos a su entrenador: Lucuix nació en 1985, el capitán del ‘86 y los pívots del ‘87. A su vez, dirigió a Damián Stazzone (’86) en Colombia 2016, quién ahora es su ayudante de campo y el técnico de la Sub 20 nacional. “Lo primero que hice antes de asumir como principal fue hablar con los referentes. Si ellos no me hubieran dado su valoración positiva creo que hoy en día no estaría en este lugar. Les agradezco mucho a ellos”, sostuvo el DT en una entrevista con la FIFA.
Por otro lado, Nicolás Kravetzky (arquero), Agustín Plaza (cierre), Lucas Trípodi (ala), Luciano Gauna (ala), Matías Rosa (pívot) y Kevin Arrieta (ala) están en su primera cita mundialista. El último mencionado no había sido convocado en un principio a pesar de ser protagonista en la Copa Libertadores de futsal con Barracas, siendo subcampeón, por lo que decidió dar un paso al costado del combinado nacional. Pero, por la lesión de Andrés Geraghty, el entrenador lo llamó para viajar en su reemplazo a Uzbekistán.
¿La respuesta del ala? Siete goles -misma cantidad que Brandi- que lo colocan como segundo goleador del certamen, sobre todo a partir de las sexta falta (similar a un penal, pero a 10 metros del arco). “Si estoy acá es gracias a Mati (Lucuix) y a mis compañeros que me dieron su confianza, estoy muy contento y disfrutando de esto que es algo único. Sabemos las armas que tenemos y que tiene Brasil, la nuestra es la defensa y ahí vamos a hacernos fuertes. Quizás a nivel individual tengan mayor jerarquía, pero nosotros nos hacemos fuertes en lo grupal y creo que partido se va a resolver ahí, en estar unidos y si nos llevamos este título va a ser por lo grupal, no por lo individual”, mantuvo en la última conferencia de prensa.
Sebastián Corso, Ángel Claudino y Lucas Bolo Alemany, subcampeones en Lituania 2021, completan un plantel que doblegará esfuerzos ante Brasil e irán en busca de la segunda estrella de una generación dorada en el futsal. Catorce futbolistas que mantendrán la firmeza en la zona defensiva y priorizarán la parte colectiva por sobre la individual, sin perder la esencia del potrero con la gambeta corta de jugadores como Borruto, Claudino o Arrieta.