Las obras para refuncionalizar y reconstruir el estadio de Godoy Cruz Antonio Tomba avanzan en ese departamento y, con la intención de adaptar el estadio Feliciano Gambarte y reconstruirlo para que sea una cancha con las exigencias, características y condiciones de un equipo de Primera División, en el lugar ya comenzaron los trabajos más fuertes.
Durante las últimas horas se conocieron algunas fotos y videos que despertaron en los hinchas tombinos sentimientos encontrados. Y es que la mítica popular del Gambarte -la que da su espalda a la Costanera y que lleva el nombre del querido Julio Roque Pérez (alias “el Loco Julio”) fue derrumbada para que se comience a construir desde los cimientos una nueva tribuna.
En las redes sociales, varios hinchas del Expreso compartieron el instante exacto en que se desmoronaba la tribuna. “Sentimientos encontrados. Muy fuerte”, fue uno de los comentarios de Leonardo Rico en Twitter. “Lo que causa esta foto, inexplicable. Imaginen que paso por semana 3 veces, de la emoción, para ver cómo va la obra. Porque volver al barrio es algo que tengo en mi cabeza todos los días y algo que añoro no solo yo todos los tombinos”, describió por su parte Emiliano Magallanes en esa misma red social. Y en sus palabras se combina esa mezcla de sensaciones que van de la alegría de saber que el Tomba tendrá un estadio preparado para volver a jugar de local en su casa y hasta la nostalgia de ver cómo las históricas tribunas deben caer para darle lugar a las nuevas.
Las obras, en etapas
El nuevo Feliciano Gambarte -ampliado y mejorado- tendrá capacidad para albergar a más de 20 mil simpatizantes, según confirmaron en abril de este año los dirigentes de Godoy Cruz Antonio Tomba.
Si bien hace un tiempo el estadio fue habilitado parcialmente y el Tomba jugó algunos partidos de local en su barrio, desde que llegó a Primera ha sido el Estadio Malvinas Argentinas la sede de la mayoría de los partidos que juega en Mendoza. Mientras tanto, la obsesión de volver al Gambarte seguía intacta entre los hinchas y es algo que, finalmente, confirmó la dirigencia.
Claro que, más allá de la habilitación provisoria con que funcionó hace unos meses, se necesitaban las obras en profundidad que fueron anunciadas y ya empezaron a ser ejecutadas en la cancha del Expreso.
Fue el 11 de abril de 2021 cuando Godoy Cruz logró regresar a su casa tras 16 años de ausencia. En ese entonces estaba prohibido el ingreso del público (por los protocolos y restricciones de la pandemia de Covid-19), situación que hizo más fácil la vuelta. El Tomba jugó 10 partidos en calle Balcarce, hasta que el Gobierno Nacional permitió nuevamente el ingreso de hinchas locales a los estadios, y el bodeguero debió regresar al Malvinas Argentinas.
“Vendrán cuatro etapas para desarrollar las obras. En 45/60 días tenemos que presentar un informe a la Municipalidad de Godoy Cruz, con la cual tenemos una excelente relación. Si logramos reparar las tribunas Sur y Este, tendremos la capacidad para 12 mil personas. Si eso funciona, comenzarían las otras etapas. Dentro de 80 o 90 días podríamos estar intentando jugar de local con público. Las otras etapas son los nuevos vestuarios, las partes que faltan construir, codos y plateas y posteriormente una nueva tribuna”, destacó el presidente de Godoy Cruz, Alejandro Chapini en abril de este año, durante el anuncio de las obras que comenzarían en el predio.
“La ilusión es volver mucho más rápido que los cuatro años que duran nuestro mandato, pero no creo que suceda durante 2022″, sintetizó Chapini.
Por su parte, Fernando Da Fré -directivo del Tomba- destacó, también en ese momento, que tenía “mucha fe” para que el equipo comience la temporada 2023 jugando en casa.
La historia del “Loco Julio” y la tribuna que se hizo gracias a él
El 12 de mayo de 2020, Julio Roque Pérez -conocido popularmente como el “Loco Julio”- pasaba a la inmortalidad –porque las leyendas no mueren-. Tenía 80 años y toda una vida dedicada al Club Deportivo Godoy Cruz Antonio Tomba.
En Mendoza, el “Loco Julio” fue un personaje querido por todos. Porque todas sus anécdotas solían estar vinculada al club de sus amores, como –por ejemplo- aquella oportunidad en que ganó un premio de la lotería y destinó todo para construir una de las tribunas del Gambarte, la misma que hoy lleva su nombre (aunque fue derrumbada, es casi un hecho que volverán a ponerle su nombre cuando luzca renovada).
Aunque nació en Ingeniero Giagnoni (en el departamento de Junín), cuando Julio tenía 12 años, la familia se mudó a Godoy Cruz. Y fue en ese momento en que empezó a forjarse ese amor incondicional que lo unió al Bodeguero.
Tres años después, cuando Julio Roque Pérez tenía 15 años, la suerte –que siempre le había sido en mayor medida esquiva a la familia- lo acompañó y ganó la Lotería de San Juan. Sin poder creerlo, viajó a la vecina provincia a buscar el dinero del premio acompañado por la Policía. Probablemente, cualquier otra persona hubiera utilizado ese dinero para mejorar su situación –que no era muy agraciada- y ayudar a su familia a atravesar un pasar más alentador.
Pero Julio no era “cualquier otra persona”, y –sin siquiera dudarlo- donó todo el dinero del premio para que Godoy Cruz pudiera construir una de las tribunas de su cancha y comenzar los trabajos de iluminación. Y así lo hizo, feliz y tranquilo de saber que estaba aportando su granito para ayudar al club de sus amores y la razón de su vida.
Ya de adulto comenzó a ganarse la vida como reciclador, recuperador urbano y barrendero de la Municipalidad de Godoy Cruz. El 1 de junio de 2016, el club inauguró una estatua con la figura de Julio, quien ya era conocido cariñosa y popularmente como “El Loco Julio”. Y fue ubicada en el bulevar donde está el ingreso al club y que, como no podía ser de otra manera, lleva el nombre de Julio Roque Pérez.
Su identificación con Godoy Cruz fue tal que, incluso antes de su muerte, la banda del Expreso ya contaba con banderas que tenían el rostro de Julio. Y, luego de su fallecimiento, este mismo rostro se diseminó en murales a lo largo y ancho de todo el departamento godoicruceño.
El día en que Julio detuvo un partido contra el Santos de Pelé
El 1 de marzo de 1964, también en el Gambarte, se enfrentaron el Tomba (una versión reforzada del equipo y que contó con “El Maestro” Víctor Antonio Legrotaglie, entre otros) contra el Santos de Brasil.
La figura del equipo brasileño era el mismísimo Pelé. Y el resultado fue una victoria ajustada y agónica por 3 a 2 para el equipo visitante.
Sin embargo, en aquella oportunidad, Julio Roque Pérez también tomó un protagonismo inusitado. Y es que cuando el partido llegaba a su fin –el tercer gol del Santos llegó prácticamente sobre la hora-, Julio saltó al campo de juego para reprocharle el desempeño al árbitro, a quien -incluso- empujó.