Tras la caída por 2-0 ante Belgrano en Córdoba, Diego Martínez anunció su renuncia como entrenador de Boca. Si bien se sabía que tenía las horas contadas, sobre todo por la presencia del presidente Juan Román Riquelme en el vestuario minutos después del gol de Franco Jara, el DT decidió explicar los motivos de su salida en la conferencia de prensa.
“Buenas noches, no va a haber el ida y vuelta que tenemos siempre de fútbol”, arrancó Martínez, sentado frente a los periodistas. “Simplemente para informarles que presenté la renuncia, hablé con el Consejo, con el presidente y después con el futbolistas. No vamos a continuar en el cargo en el cuerpo técnico. Agradecido a la institucion, al presidente por confiar en mí por llevar adelante una idea. Más allá de sentir que somos todos muy responsables, lo más sano para la institución es que dejemos el cagro. Tratar de que esa manera los muchachos puedan salir adelante. Agradecerle a toda la gente del club por confiar en nosotros, a los futbolistas sobre todo. Lo único y más importante era que Boca jugara bien al fútbol y gane cada fin de semana, por momentos lo logramos, por otros no. Lo mejor es dar un paso al costado. Gracias a la gente, que sin tener un nombre pesado en la historia de Boca, desde el primer día hasta ayer nos brindó un apoyó increíble, que no se si lo merecíamos. Pedirle disculpas por todo lo que nos brindaron en estos nueve meses”
No fue solo la derrota contra el Pirata lo que llevó al ciclo actual pegado a las cuerdas. La eliminación de la Copa Sudamericana en octavos de final con Cruzeiro, el principal objetivo del semestre, y las sucesivas pérdidas ante Racing y River, cuya formación titular estuvo compuesta por mayoría de suplentes, conformaron un caldo de cultivo que terminó de explotar en el estadio Julio César Villagra.