Hace un año la Federación Argentina de Boxeo (FAB) desafiliaba a la Federación Mendocina de Box (FMB) por irregularidades administrativas. Desde entonces, la entidad mendocina sigue acéfala y sin ninguna solución en el horizonte.
La sanción surgió luego de que la Dirección de Personas Jurídicas impugnara la Asamblea del 20 de mayo de 2018, donde resultó elegido presidente Miguel Leiva, tras observar irregularidades administrativas. Así, Leiva fue desconocido como titular de la entidad y ninguna comisión asumió el mando. Al tomar conocimiento de la situación, la FAB decidió inhabilitar casa madre del boxeo mendocino. Esto se suma a una serie de denuncias contra el expresidente José Rasjido, quien estuvo al frente de la entidad durante 18 años y en los últimos 12 no presentó balance alguno. Un papelón que desencadenó en una situación que dejó en punto muerto a la FMB.
La situación bien podría ser comparada con un golpe al mentón. El momento que vive el boxeo mendocino es crítico. Se encuentra aturdido, casi contra las cuerdas y al borde del nocaut. A esto, hay que sumar el contexto mundial actual: una pandemia que puso en cuarentena a todo el país y obligó a los deportes a parar.
En enero pasado, el gobierno provincial emitió un decreto para la intervención de la Federación Mendocina. Los tiempos apuraban y se determinó que durante el mes de marzo iba a suceder lo establecido por el ejecutivo provincial. ¿Quién sería el interventor? Fernando Muñoz. Sin embargo, el cóctel cuarentena-pandemia dejó todo en stand by. Encima, Muñoz fue designado como Director de Deportes de San Martín y la Subsecretaría de Deportes se quedó sin referencia clara para la intervención.
Ahora, con la reapertura de un sinfín de actividades (entre ellas los gimnasios de boxeo, bajo un estricto protocolo sanitario) la cartera que conduce Federico Chiapetta podría reiniciar el proceso de intervención que quedó trunco en marzo pasado. Así, la entidad de calle Mitre conseguiría un nuevo nombre que comande los destinos hasta que llegue un nuevo proceso eleccionario.
“La intervención estaba encaminada desde el gobierno la Dirección de Personas Jurídicas. Pensábamos que podría ser en marzo, pero entre la pandemia y otros inconvenientes, todo quedó trunco. Ahora vamos a resolver el tema. Vamos a intervenir por seis meses y luego vamos a llamar elecciones para que el boxeo de Mendoza vuelva a regularse”, comentó Chiapetta, Subsecretario de Deportes, a MAS Deportes.
El funcionario además confirmó que no tiene una persona definida para el cargo: “Tenemos que organizar todo de nuevo. El profesor Fernando Muñoz era la persona nombrada para la intervención de la Federación, la condujera durante un semestre y luego llamara a elecciones. Sin embargo, Fernando tuvo el ofrecimiento desde el Municipio de San Martín para hacerse cargo de la Dirección de deportes y tendremos que volver a empezar”.
La intención del gobierno, mientras se reorganiza la actividad provincial en medio de la pandemia, es comenzar a reestructura el boxeo de cara al futuro.
No es una novedad que desde hace un tiempo, el boxeo mendocino carece de grandes dirigentes. En su momento, el más apto fue el profesor Gustavo Morillas, pero tras grandes diferencias con Rasjido, se alejó de la Federación Mendocina y formó, de manera paralela, la Federación Sureste, que no tiene el reconocimiento de la FAB.
Muchos ansían la llegada de la intervención, que daría un orden a la entidad, restructurando la actividad y ofreciendo un rumbo donde la proyección sea a largo plazo. Para ello, el manejo transparente de la dirigencia será clave.