A esta versión 2023 de San Martín todo le cuesta el doble. Todavía está pagando el derecho de piso y la adaptación al salto de categoría después de 15 años transitando en el Argentino B, el Regional Amateur o en la Liga Mendocina.
La realidad indica que todavía no logra amalgamar un modelo de juego que le permita comenzar a despegar de los últimos puestos de la tabla de posiciones con el objetivo primario de escaparle al temido descenso.
Por eso, algunos plateístas terminaron nerviosos y hasta se pelearon con los jugadores. Julio Villarino fue uno de los que no soportó el acoso de algunos de ellos y respondió a los insultos. En definitiva, cuestiones que no suman en este proceso de reconstrucción del Atlético San Martín que comenzó hace un año.
Justamente al Chacarero ayer le faltó costrucción de juego. El equipo del “Toti”careció de la movilidad necesaria de tres cuartos de campo hacia adelante para moverle la aguja a un elenco puntano que no se salió nunca de libreto: cerrojo defensivo para cortar los circuitos por dentro y por fuera y velocidad para salir de contragolpe e intentar lastimar a un León que sufrió el mal de manta corta (taparse la cabeza implica destaparse los pies).
El resultado de un equipo que quiso pero no pudo y de otro que vivió de la esperanza de acertar alguna de esas contra fue un cero a cero soporífero con apenas 3/4 situaciones (siendo muy generoso) en un segundo tiempo un poquito más dinámico que una tediosa primera etapa donde ninguno de los dos pateó al arco.
Como dijo su flamante DT en la conferencia de prensa post partido, Duilio Botella, fue Juventud Unida el que tuvo las tres más claras. Pero Gobetto cabeceó desviado un centro de Sosa, Abraham sacó por arriba del travesaño un derechazo de Balmaceda desde afuera del área y Misael Sosa le erró al arco después de que Gobetto lo dejara pie a mano con Abraham.
¿San Martín?Poco y nada. Flojísimo. Sin peso ofensivo en el “9″ ni explosión por las bandas, el único criterioso con el balón en los pies fue Facundo Tello. El resto, no gravitó. Taborda, el arquero de Juventud, no se ensució la ropa en toda la tarde.
El Chacarero está a tiempo de mejorar. Ahora tiene dos semanas.