No fue un fin de semana más para el equipo Honda de TC2000. Para la estructura hubo una mezcla de sensaciones. Por un lado, festejaron el Sprint y el buen trabajo de Fabián Yannantuoni en la final y por otro, quedaron amargados por el abandono de Facundo Ardusso. El de Las Parejas se quedó nuevamente con las manos vacías, pero con la diferencia que notó una mejora en el Civic que está usando desde la carrera de Neuquén.
Antes del próximo compromiso, que será en Alta Gracia el primer fin de semana de julio, el equipo hará una prueba exhaustiva para poder exprimir mucho más cada una de sus unidades.
Las cosas buenas y las malas que le sucedieron a Honda en la pista tiene que ver con lo deportivo. Pero fuera de ella hubo comentarios aún más contundentes.
La presencia de Victor Rosso no debería llamar la atención, pero en esta oportunidad sí fue inusual. Vichin no solo fue acompañar a todo su grupo, sino que también fue a mantener una charla con Alejandro Levy. El motivo del encuentro es la continuidad para el año próximo.
Según indican los rumores, el cordobés pondrá todo lo que tiene a su alcance en el TCR South América. Es más, Victor comunicó que su hijo Juan Ángel Rosso, responsable de la escuadra, no seguirá al mando del conjunto.
Si bien nadie manifestó nada y quieren esperar para ver qué sucede, internamente están lo que anticipan que el camino a recorrer tiene un final, que se dará en el cierre del 2022.
En este segundo semestre todos tendrán una ardua tarea. En primer lugar, todos los que integran el equipo porque quiere dejar bien posicionada a una marca que fue fuerte cada vez que estuvo en el TC2000 y por otro lado, la dirigencia de la categoría que ya estará pensando en cómo retener esas unidades en caso que Rosso haga lo que ya se está escuchando ¿Qué Honda para el 2023?