Godoy Cruz brilló en el Vicente Polimeni, donde el equipo de básquet bajo la dirección de Sergio Peralta hizo historia al sumar el primer título en la máxima categoría de la provincia. Acompañado por una hinchada que le puso todo el calor y que sin dudas empujó al Tomba a gritar campeón en una final decisiva, en la que superó a Rivadavia y se coronó como el mejor del torneo Clausura.
Una de las figuras que fue en ascenso en estas finales, que no pudo estar en el primer chico, pero sí en la revancha y se reivindicó en el tercer choque frente a los esteños fue Abel “Chiquito” Trejo; imparable en la zona ofensiva. Por sus goleo, rebotes y asistencias se llevó el premio al jugador más valioso de la noche (MVP) y todos los elogios de la hinchada tombina.
“Estamos felices por este título. En el primer juego no pude estar; estaba en enfermo. En la revancha me acomodé un poco y esta vez, le pude dar una mano a mis compañeros. Gracias a todos ellos tuve una gran noche y pudimos ganar este hermoso título”, aseguró Chiquito.
Respecto al abultado resultado final, sentenció: “No lo esperábamos, porque fue mucha la diferencia, pero desde el primer minuto salimos a defender intensos y se nos dieron las cosas, pudimos sacar una gran diferencia y la logramos mantener. Queda aún la Final Anual por jugar y ojalá la podamos ganar, seguir estirando esta buena racha y dedicárselo a toda esta gente que nos apoya a morir”, indicó.
Mientras que, Leandro Lincheta expresó que: “Antes del partido hablábamos con los chicos de que, teníamos una oportunidad que no se da todos los días ni todos los años. Hay gente que nunca ha podido llegar hasta estas instancias y nosotros tenemos el privilegio de estar en esta institución y con toda esa gente alentando. Algo que pocas veces se ha visto y, que lo pudiésemos coronar frente a todo ese público maravilloso”, destacó.
Está claro que la hinchada del Tomba le puso una impronta distinta a la final en el Polimeni y no paró de alentar: “En el tercer cuarto estaban cantando y alentándonos y con el Garza nos miramos y dijimos “¡Qué locura hermosa esta hinchada!”. Es muy distinto a lo que estamos acostumbrados y por eso lo disfrutamos mucho. Todavía queda un partido para definir campeón del año; es el más importante. Ahora tenemos que festejar porque esto no pasa todos los días y después poner la cabeza en la final del domingo”, aseguró Lincheta.
En cuanto al equipo dijo: “Creo que el secreto es la mentalidad del grupo. Tenemos jugadores que están acostumbrados a jugar este tipo de partidos y se notó en el partido más importante; sacamos lo que teníamos que sacar y pusimos lo que teníamos que poner. Esa fue la clave de la victoria”, expresó.
Diego Maranesi fue otra de las figuras en un partido inolvidable para el Tomba: “Estamos supercontentos y esperábamos cerrar el año bien, pero no esperábamos que fuese una final de esta manera. Igual salimos con todo, muy concentrados y sacamos la diferencia desde el principio. Pudimos mantenerla y se dio el partido tan esperado”, destacó.
Agregó respecto al encuentro y la fiesta que hubo en el Polimeni. “No esperábamos un resultado así, porque las finales anteriores nos costó jugar contra ellos. Al primero lo dimos vuelta con mucho trabajo. El segundo nos costó y ellos ganaron bien. Igual considero que la clave de nuestro triunfo fue que fuimos pura concentración. Siempre mentalizados y apoyándonos entre todos. Sumado a esta gran hinchada… todo salió perfecto”, manifestó.
El domingo, en el estadio La Colonia de Junín, Godoy Cruz y Rivadavia jugarán la final Anual en partido único de la Superliga. Allí, se sabrá si la Naranja sigue siendo la Mecánica de siempre o si el Tomba está más encumbrado que nunca.
