“Estoy pasando una etapa que es fantástica, maravillosa. Encontré a los 45 años un equilibrio como no lo tuve en mis 20 años anteriores de boxeo. Actualmente estoy disfrutando de una manera súper acertada que antes no. Hago todo a conciencia”, destacó Martínez en declaraciones desde Madrid, a un mes de la segunda presentación tras su regreso a la actividad.
El púgil oriundo de Quilmes, que ocupa el quinto lugar en la división de los medianos del último ranking difundido por la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), admitió que está “trabajando incansablemente” para combatir con el japonés Ryota Murata (34 años), titular de los medianos de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y “llegar con chances claras y concretas para ganar”.
- ¿Cómo te viste en el regreso ante el español José Miguel Fandiño? Sos menos bailoteador y más peleador en la media distancia?
-En el regreso me vi estupendo, después de seis años de no estar arriba de un ring, sin sentir la asperezas de lo que puede ofrecer un rival, la fricción en el cuerpo a cuerpo. Llevaba dos años entrenándome para este regreso que no fue un comienzo desde cero, pero casi, después de seis años. Hay muchas cosas a tener en cuenta para recuperar. Lo primero: tiempo y distancia y eso lo manejé a la perfección. Tuve un rival idóneo y acorde para un regreso después de tanto tiempo. Fandiño ofreció las dificultades que pensé que haría. Soy infinitamente más eficiente que antes. Hace unos años hubiese gastado y despilfarrado tanta energía en este combate… Ahora aprendí a moverme lo justo y necesario, a administrar y dosificar. Estoy mucho más inteligente que antes.
-El 21 de febrero cumplirás 46 años. Que un boxeador vuelva a después de seis años y con las rodillas mal cómo decís que las tenés al primer nivel y logre un título mundial sería algo inédito. ¿Es tu último desafío en el boxeo?
-Las condiciones las estoy ganando día a día, que cada vez estoy mejorando y es muy probable que de acá a un año esté disputando un título mundial. No sé si es mi último desafío. A esta altura del partido no podría dar muchas confirmaciones con respecto al futuro. Hay algo que prima por encima del triunfo y la derrota, es el nivel de felicidad que estoy teniendo en este día a día. Estoy pasando una etapa que es fantástica, maravillosa. Encontré a los 45 años un equilibrio como no lo tuve en mis 20 años anteriores de boxeo. Y eso es maravilloso y es el verdadero desafío o reto que tengo. Más allá de lo que pueda pasar con un resultado lo que estoy viviendo no tiene precio, es único.
-El japonés Ryota Murata, propietario del cinturón de peso mediano de la AMB, es tu último objetivo?
-No lo sé. Estoy trabajando incasablemente para combatir con Murata y llegar con chances claras y concretas. Llegar y ganar. Trabajo y estoy enfocado en eso. Soy consciente de que una derrota antes de Murata podría ser el final. Enfrentarme con él depende del resultado.
-En un mes tenés el combate contra el finlandés Jussi Koivula, en lo que será tu segunda pelea tras reaparecer el 21 de agosto pasado. ¿Qué Maravilla se verá?
-Lo mejor que pueda dar lo ofreceré en ese combate. Voy a dar lo mejor de mí. Ojalá sea un triunfo porque estoy trabajando un montón. Tengo un equipo muy fuerte y profesional para eso. Lo que ofrezco es entrega al máximo. En los entrenamientos estoy perdiendo un promedio de tres kilos. Trabajo intensa y duramente de una manera que es maravillosa y brillante: ahora tengo conciencia de todo lo que estoy haciendo. Del tiempo que invierto. Estoy desarrollando muchísimo eso.
-La superposición de actividades que hacés (boxeo, radio, la obra de teatro que estrenarás en poco tiempo) no te quita enfoque?
-No hay nada que quite mi enfoque en el boxeo. Pero también, tiene que haber otra vida. Sería un error no buscar otras cosas además del boxeo. Cuando se acerca un combate me dedico solo al boxeo pero mientras tanto tengo que seguir así porque es como mejor me siento. Mi principal pasión es el boxeo. Y al tenerla es muy difícil que me desenfoque, por lo menos las seis semanas previas a un combate. Ahí solo me dedico a eso.
-A los 45, ¿cuales son tus miedos cuando subís al ring?
-Hoy, veo todo como una posibilidad. Tanto el hacerlo bien, extraordinariamente bien o hacer un combate feo. Y mientras lo siga viviendo de esta manera voy a seguir disfrutándolo. Mi error seria bloquearme al sentir miedo. El miedo es humano y es bueno sentirlo. Si llego a ser entrenador y tengo dos boxeadores, uno con miedo y otro sin, prefiero estar en el rincón del que lo tiene, porque ese hombre va a pensar.
-¿En qué porcentaje disfrutaste lo ganado en el boxeo?
-Es muy difícil hablar de porcentajes. En mi carrera anterior no llegué a disfrutar nunca lo que estoy viviendo hoy en el boxeo. Lo vivo con otra visión y filosofía de vida. Antes, por momentos, había un disfrute enorme pero también muy confuso. Era muy difusa la imagen que tenía con respecto a la vida. Actualmente estoy disfrutando de una manera súper acertada que antes no. Hago todo a conciencia.
-¿Cómo va la preparación de Bengala, la obra de teatro en la que serás el actor protagónico?
-La estrenaremos el 21 de noviembre, en Madrid. Es un texto y un personaje muy complejo. Estoy muy conforme e ilusionado pero entiendo que también es muy difícil. Y ahí está el desafío.