En medio de la preparación de la selección argentina de básquetbol, que se extenderá hasta el sábado en Las Vegas y cerrará en Japón, Sergio Hernández se refirió a la marcha del equipo camino a los Juegos Olímpicos Tokio 2021, y a las tres derrotas en los ensayos.
“El balance es muy positivo porque conseguimos lo que vinimos a buscar, sumar volumen de trabajo, recuperar la memoria, incorporar a los jugadores nuevos y observar a todos para elegir a los 12. Y si bien este es un equipo que no escatima esfuerzo nunca, que siempre dispuesto a entrenar, a escuchar y aprender, las sensaciones no son buenas”, arrancó el entrenador argentino.
Argentina perdió con Australia (87-84), con Nigeria (94-71) y frente a Estados Unidos (108-80) en el cuadrangular jugado en Las Vegas.
“Salvo en buena parte del primer partido, los otros dos rivales nos sacaron de la cancha y no nos dejaron jugar. Y no es un tema de perder, porque con eso no pasa nada, el problema es que nos sacaron de nuestra línea, en especial Nigeria en los tres últimos cuartos. Hubo méritos del rival pero también errores nuestros. Nos jugaron bien, duro, y terminamos jugando un básquet individual y anárquico”, sumó “Oveja”.
“Hoy estamos al 50 por ciento de lo que podemos ser, pero sabiendo que el equipo ya ha pasado por algo así, incluso hace dos años antes del Mundial, y que nos quedan 11 días para llegar bien al debut”, agregó al departamento de prensa de la Cabb.
“Sabemos que podemos darlo vuelta. Recordemos que antes de China también nos costó mucho. En los Panamericanos perdimos ante México y le ganamos a Dominicana porque Vildoza metió un triple de otro partido. Pero luego Francia y Brasil nos dominaron, a 10 días del torneo. Y luego hicimos el Mundial que hicimos”, explicó.
“Parece que el argentino necesita un partido oficial para rendir al máximo y acá no vinimos a eso, a competir. Vinimos a entrenar el ritmo, la dinámica, a respetar este ADN que buscamos, a lograr una agresividad defensiva y a tener la mejor posible ocupación de espacios. No a ganar. Distinto será en el Juego Olímpico…”, remarcó el técnico nacional.
“Cuando es por los porotos, la preparación es otra, la ejecución es otra, el scouting del rival es otro y todo nos ayuda a competir de otra forma. Por eso no tengo dudas de que el equipo va a jugar bien en los Juegos Olímpicos. No sé si alcanzará para ganar, aunque en realidad ningún equipo lo sabe, pero no tengo miedo de ir a un Juego Olímpico, por cómo estamos hoy. Confío mucho en el equipo”, confesó Hernández.
“Está claro que nos faltó preparación, como a todos los equipos. Y nos faltaron amistosos. Encima, tuvimos el caso de Covid de Tortu (Deck), los cuatro meses de inactividad de Pato (Garino), la inclusión de chicos de 20 años…”, argumentó “Oveja” de la marcha de la preparación.
“Este es un equipo con más experiencia que no apreta el botón de pánico. Hace dos años sí Luis y yo calmamos las aguas. Ahora veo que los jugadores reconocen que ya la pasamos y no están dos días con caras largas porque se jugó mal un amistoso. Entienden que estamos entrenando, en un proceso, que lo importante llegará el 26″, sumó Hernández.
“Nosotros no tenemos margen de error, porque no somos potencia como Eslovenia, Lituania, Serbia o España, que se pueden dar el lujo de jugar 6 puntos y ganar. Nosotros tenemos que jugar 10 puntos. Al 90 por ciento de los equipos, te diría al 100%, no le vamos a ganar si no jugamos 10 puntos. En el Mundial fue distinto. Tal vez podíamos ganar jugando 7 pero un Juego Olímpico ya no”, explicó.
“El monstruo que somos lo creamos nosotros y tenemos que ser muy inteligentes para sostener vivo a ese monstruo. Porque después de pasar lo del Mundial, sucedió que Campazzo brilló en Europa y se fue a la NBA, Deck lo mismo, Vildoza también dio el salto a la NBA tras consolidarse en España y así otros…”, explicó.
“Y todo eso hay que saber manejarlo. A veces no nos acordamos de la edad que tienen y todo lo que viven. Tienen 25/30 años y reciben comentarios que son genios, monstruos... Es bravo. Yo, cuando volví al país, era un ejemplo que tenía que ser presidente y entraba a un restaurante y se paraban aplaudirme. Yo porque tengo 57 años y la tengo clara, pero es fuerte”, remarcó el DT.