“Esto no tiene consuelo loco…es algo que no se entiende hay una mezcla de dolor y bronca, pero mucha más impotencia que otra cosa”, descarga Rodrigo en la playa del Arena Maipú, donde llegó antes de las 11 de la mañana, para darle el último adiós al ídolo tombino, el Morro García, quien se quitó la vida el jueves pasado a sus 30 años. Una pérdida que desgarró el corazón del hincha de Godoy Cruz que ayer se fundió en un abrazo para despedir al genio que tantas alegrías le dio.
En Maipú, los preparativos comenzaron muy temprano. Banderas y paraguas del Tomba flameaban bajo la llovizna en una tarde gris y donde la nostalgia invadió a todos los hinchas, que llegaron desde distintos lugares del Gran Mendoza, por lo cual queda claro que la idolatría y calidad futbolística del Morro trascendió los colores de la Bodega.
Debido a que no estaba la documentación aprobada y el vuelo definitivamente confirmado todo fue retrasando la salida de la caravana, que estaba prevista para las 14 horas y los restos de Santiago García llegaron con dos horas y media de retraso. Lo que permitió que se fueran sumando cada vez más hinchas; familias enteras, parejas, amigos y fanáticos y finalmente una extensa cola de autos sobre la calle Paso lo esperó para acompañarlo, junto a su mamá Claudia y su hermano Gonzalo, quienes agradecieron tantas muestras de amor.
Los gestos de cariño y admiración fueron innumerables, algo que pudo apreciarse en cada lugar por el que atravesó la caravana, donde la gente se agolpó masivamente para despedirlo: “¡Te amamos Morro!”, “¡Gracias por los goles!”, “¡Gracias por las alegrías!”, se escuchaba mientras una bandera uruguaya flameaba de la mano de un fanático. A cada paso del acompañamiento se sumaban gente.
El momento más emotivo se vivió frente a la sede del Club Godoy Cruz, donde miles de hinchas lo esperaban, cánticos en memoria del jugador nacido en los suburbios de Montevideo y también algunos directamente cargaron contra la dirigencia del club: “Le dieron la espalda cuando más lo necesitó”, deslizó Carolina mirando a la multitud aclamar al goleador desde la vereda de enfrente de la entidad.
Se vio el abrazo genuino y multitudinario al furgón que trasladó los restos del exjugador de parte de los fanáticos, entre lágrimas y grito: “¡Te quiero Morro!”, sintetizó toda la admiración y amor que despertó el goleador a lo largo de sus cuatro temporadas en Godoy Cruz.
Hasta el aeropuerto internacional llegaron miles de hinchas envueltos en banderas y agitando cánticos a darle el último adiós a quien ya es una leyenda del Tomba; Santiago Damián García. Simplemente, el Morro.