A cinco días de la muerte de Diego Maradona e iniciada una investigación en la Justicia por homicidio culposo, salieron a la luz nuevas declaraciones del entorno del astro del fútbol sobre episodios alarmantes de salud.
El abogado de la enfermera Dahiana Gisela Madrid, quien estuvo presente en la casa del country de Tigre al momento en que se declarara el deceso del Diez, dijo que el cuerpo de Maradona había dado alertas sobre posibles alteraciones cardíacas que no fueron atendidas. Además, el hombre sostuvo que el ex jugador sufrió una caída que le provocó un golpe en la cabeza.
“Por los chequeos que le realizaba el enfermero del turno noche, Maradona llegó a tener 115 pulsaciones por minuto de frecuencia cardíaca. El día anterior al fallecimiento tenía 109 pulsaciones y todos sabemos que un paciente con problemas coronarios no puede superar las 80 pulsaciones por minuto”, afirmó el abogado Rodolfo Baqué, en declaraciones al canal TN.
Baqué señaló que el miércoles 18 de noviembre, una semana antes de la muerte, Maradona supuestamente sufrió una caída dentro de la casa en la que se golpeó su cabeza recién operada y que nadie habría hecho algo al respecto.
“Ustedes saben que Maradona se cayó el miércoles anterior a su fallecimiento. Se cayó y se golpeó. Tampoco lo llevaron a un hospital a hacerse una resonancia o una tomografía. Nadie lo llevó a ningún lado”, afirmó Baqué.
“Cuando él se cae, lo levantan. No fue mayor el golpe, pero sí tuvo una caída. Él decía que se había golpeado el lado derecho, el contrario a la operación. Fue levantado y Maradona siguió con su vida habitual”, detalló el abogado esta mañana.
El letrado, además, declaró la responsabilidad de la enfermera Madrid era suministrar a Maradona las pastillas recetadas por la médica psiquiatra Agustina Cosachov y realizar un chequeo general de signos vitales de la estrella. Según otras fuentes, Diego no aceptaba que le entregue la medicación ella misma, algo que ocurría a través de un tercero.
Otro punto que aclaró Baqué se sobre el mensaje de la enfermera, quien a las 9.30 del miércoles 25 de noviembre avisó que Diego se negó a realizarse los chequeos. Para entonces se estima que el campeón del mundo ya había sufrido el ataque cardíaco.
“Lo que faltaba era un médico clínico o un comité interdisciplinario porque mientras le daban medicación psiquiátrica, las contraindicaciones son la aceleración cardíaca y el efecto secundario es la taquicardia. Y eso no fue atendido”, denunció el hombre.
Por estas horas, el médico de Maradona, Leopoldo Luque, está imputado en una causa que investiga posible “homicidio culposo”, debido a actos de negligencia en el cuidado del paciente.