Louis Camilleri renunció a su puesto como consejero delegado de Ferrari con efectos inmediatos. A sus 65 años, con el COVID-19 recién superado, alega motivos personales y le genera un problema también a la casa roja.
“Ferrari ha formado parte de mi vida y servirla como Administrador Delegado ha sido un privilegio. Mi admiración por los extraordinarios hombres y mujeres de Maranello, por su pasión y por la dedicación en cuerpo y alma a aquello que hacen. Me siento orgulloso de los éxitos logrados por la Sociedad desde 2018 y sé que los mejores años de Ferrari están por llegar”, dijo Camilleri, que llegó a Ferrari procedente de Phillip Morris para sustituir a Luca di Montezemolo, poco antes de la muerte de Sergio Marchionne.
John Elkann, presidente de Ferrari y del grupo FCA, asumirá el cargo de forma provisional mientras se busca un sustituto.
“Quiero expresar nuestro más sincero agradecimiento a Louis por su extraordinaria dedicación en su rol de Administrador Delegado desde 2018 y como miembro del Consejo de Administración desde 2015. Su pasión por Ferrari era infinita y, bajo su mandato, la Sociedad se ha reafirmado como una de las grandes empresas del mundo, capitalizando su patrimonio y su continua busca de la excelencia. Le deseamos a él y su familia una larga y feliz jubilación”.
Resta ahora saber cómo puede afectar esto a la Scuderia Ferrari. Camilleri era un firme defensor de Binotto y se piensa que el retorno del jefe del equipo a Maranello en lugar de estar en Abu Dhabi puede tener relación con esta renuncia más que con su estado de salud como se anunció.
