Gutiérrez cumplió con su deber, ganó la primera final en casa y el próximo domingo viajará a San Juan con la mínima ventaja para disputar la revancha de la serie cuyana.
El partido comenzó con el desarrollo típico de esos primeros minutos de estudio. El Cele apostó a su ambicioso modelo de juego de siempre. Sin la polenta de Javier Peñaloza (suspendido), Campagnani puso en cancha a un delantero con características similares como Enzo Tejada.
Paulatinamente, con la obligación de imponer condiciones, Gutiérrez intentó presionar sobre la salida del equipo sanjuanino, que rápidamente mostró credenciales de juego colectivo serio y funcionamiento aceitado.
Bien parado en el fondo, con un mediocampo dinámico y dos tanques (Pereira y Gonsáles) que aguantaban todo arriba, Alianza complicó los planes iniciales de un Gutiérrez impreciso, confundido y falto de ideas en la elaboración de juego.
La primera señal de alerta se dio en el arco defendido por Acordino. A los 18′, el “Oso” apareció en todo su esplendor para taparle primero el mano a mano al bueno de Matías Gonsáles, y también se lució en el rebote tras un zurdazo a quemarropa de Gustavo Pereira. Dos verdaderos atajadones del héroe de la sufrida clasificación gutierrina frente a Fadep en los penales el domingo anterior.
Gutiérrez sufría la falta de juego porque Nico Arce no encontraba espacios para hacer pesar su fina zurda, ni tampoco Salinas o los laterales podían desdoblar por las bandas. Entonces, Carmona y Tejada estaban absorbidos por la marca de los centrales del elenco sanjuanino, que sin presionar alto en la faz ofensiva, de ninguna manera vino a la Perrera a especular con el resultado.
La llave del escaso juego local la tenía el Gordo Daher, sin lugar a dudas el más preciso con el esférico.
Hubo que esperar media hora de juego para encontrar el primer avance punzante del Perro. Fue después de que Nico Salinas robara un balón en el círculo central yendo al piso, el balón le quedó a Gonzalo Carmona y el ex Palmira alargó para Enzo Tejada por izquierda, quien enganchó y sacó un remate furibundo al primer palo que el arquero Jairo Díaz alcanzó a tocar, aunque no pudo impedir que la pelota rebotara bajo el techo de piolas del arco del “Lechuzo”.
La ventaja le dio serenidad y templanza a Gutiérrez, que bajó los decibeles y comenzó a hacer circular el balón con mayor soltura y precisión. Así, a los 41′, tras una jugada en la que la tocaron prácticamente todos los integrantes del equipo, el balón derivó en Arce y el “Bocha” sacó un zurdazo desde la puerta del área grande que provocó el manotazo del arquero Díaz para mandarla al córner.
Eso sí, en la jugada siguiente el “Lechuzo” volvió a asustar al Perro. Fue cuando Daher cortó un avance de Francisco Salinas con la mano, pero el árbitro decidió otorgar la ley de la ventaja porque Pedro Terrero se fue solito hacia el arco rival y metió el centro al medio para que el Morci Gonsáles la empujara, pero el tucumano Brito cerró milagrosamente y mandó el balón al córner. Tras cartón, el juez amonestó correctamente a Luis Daher.
El complemento no fue muy disímil al primero. Alianza adelantó un poco más sus líneas, Pallaroni metió cambios y a los 19′ llegó al empate. Pero el ingresado Juan Castro estaba en offside cuando cabeceó y el gol fue correctamente anulado. Sin jugar bien, Gutiérrez generó algunas chances para aumentar. Hasta que Carmona volvió a asistir y Lautaro Suraci definió con suspenso: 2-0.
La Perrera era una fiesta porque el marcador era tranquilizador, pero Alianza y Pedro Terrero aprovecharon un descuido en el retroceso celeste y el “8″ visitante clavó un zapatazo impresionante que dejó abierta la final de Cuyo.