El Rally Dakar celebrará a partir del sábado sus 45 años de existencia sobre las dunas de Arabia Saudita, con bólidos innovadores y retros y con un fondo marcado por los riesgos de seguridad y las críticas políticas a Riad.
El 26 de diciembre de 1978, Thierry Sabine dio la primera salida desde Trocadero, en París, a 182 vehículos en dirección a la capital de Senegal. Este 31 de diciembre, una de las pruebas de resistencia más dura, saldrá desde las orillas del mar Rojo en Arabia Saudita.
Después de 29 años en África y de 11 en Sudamérica para escapar a la amenaza terrorista, el rally-raid antes conocido como ‘París-Dakar’ tiene lugar desde 2020 en un tercer continente.
Signo de que, a pesar del paso del tiempo, esta prueba sigue teniendo un atractivo sin igual, con 170 participantes compitiendo por primera vez junto a pilotos y copilotos veteranos, con al menos diez ediciones de Dakar en sus contadores.
Quince días y 8.549 km de competición para atravesar el escenario saudita de oeste a este, con más de 800 pilotos y copilotos en motos, automóviles, quads, camiones y vehículos ligeros.
“El Dakar Arabia Saudita 2023″, como lo llama el príncipe Khalid bin Sultan Al-Faisal, presidente de la Federación Saudita de Automovilismo, es “la competición más importante y la más exigente del mundo en el deporte automóvil”, una competición que “refleja nuestras ambiciones y forma parte de la transformación del viaje del reino”.
Pero esta competición sigue en el punto de mira de muchos.
Así, organizaciones humanitarias denuncian la “política de ‘sportwashing’” de la primera potencia económica del mundo árabe, que utiliza competiciones de Fórmula 1, fútbol o boxeo para desviar la atención, sobre todo sobre la problemática de violación de derechos fundamentales.
“Los aficionados del deporte no deben creer a ciegas la imagen fabricada y presentada por el gobierno saudita a través de estos eventos”, estima Joey Shea, experta en Arabia Saudita para la organización Human Rights Watch (HRW).
La ONG documentó “violaciones generalizadas de los derechos humanos en el reino, incluidas detenciones arbitrarias de disidentes pacíficos y de activistas humanitarios, algunos de ellos condenados a penas de prisión de varias décadas simplemente por haber publicado en las redes sociales”, declaró.
Otra sombra: la explosión dos días antes de la edición 2022 del coche del piloto francés Philippe Boutron, gravemente herido. Un “accidente” según Riad, una explosión motivada por un artefacto improvisado, según los investigadores franceses
La seguridad ha sido reforzada, ha asegurado la organizadora de la prueba Amaury Sport Organisation (ASO). Puntos de control, unidades de desminado y patrullas de policía cerca del campamento base lo demuestran.
La carrera, primera etapa del campeonato del mundo de rally-raid, comenzará en el oeste, en ‘Sea Camp’ con especiales cronometradas de más de 400 km, antes de entrar en la segunda semana en el ‘corazón’ del Dakar: una incursión en un océano de dunas en el desierto de Rub al-Jali, también conocido como el ‘Cuadrante Vacío’.
El final será una especial en el este el 15 de enero, bordeando el mar, recordando a la otrora tradicional llegada al lago Rosa en Dakar, “un guiño a la historia”, según el director del Dakar David Castera.
“El Dakar en su conjunto va a ser difícil”, predice Sébastien Loeb (BRX), vencedor de la pasada edición del Extreme E, con “largas especiales en las dunas”, “sensaciones extraordinarias con los coches que tenemos actualmente”, pero que para conducirlos los pilotos van a tener que estar “hiperconcentrados”.
Para el francés, el objetivo será destronar al catarí Nasser Al-Attiyah (Toyota), cuádruple ganador del rally, en lucha también con el español Carlos Sainz (Mini) y la otra estrella francesa de la disciplina, Stéphane Peterhansel (Audi).
En el apartado de motos, el británico Sam Sunderland (GasGas) defenderá su corona de la amenaza que supondrán el australiano Daniel Sanders (GasGas), el chileno Pablo Quintanilla (Honda), el austriaco Matthias Walkner (KTM) y el francés Adrien Van Beveren (Honda).