Hay que darle tiempo al tiempo. Al final, la justicia casi siempre se termina imponiendo. Colón había sido, por lejos, el mejor equipo de los cuatro semifinalistas y el segundo mejor de todo el campeonato, sólo por detrás de Vélez. No necesitó de tener a un arquero figura todos los partidos, tampoco apostar a los penales y sí a una idea de juego madre que lo llevó a conseguir el primer título de su historia en Primera División. Todas estas cosas lo diferenciaron de Racing, un finalista que se había metido por la venta y al que evidentemente la definición le quedó muy grande. De hecho, el 3-0 ni siquiera fue demasiado abultado. Los de Pizzi ni siquiera patearon al arco.
El gol de Rodrigo Aliendro para poner en ventaja a Colón de Santa Fe:
Fútbol champagne, golazo de Bernardi para sellar el 2-0 de Cólon sobre Racing:
Y llegó el tercer gol del conjunto Sabalero a través de Castro:
Hay que sacarse el sombrero con Eduardo Domínguez y sus muchachos. No cedieron a ser protagonistas e intentar jugar aun perdiendo a sus dos centrales, al pibe maravilla Facundo Farías y al Pulga Rodríguez con lesión cuando apenas ganaba 1-0. Colón lo quiso ganar desde el primer minutos y la Academia, de perfil similar la que fue humillado por River por la Supercopa, salió a ver qué pasaba.
Después de un primer tiempo muy malo, y en el que Piatti tuvo una clara pero no le pegó al arco y apenas enganchó hasta perderla, el Sabalero lo ganó muy bien en el ST. Centro de Mura y aparición de Aliendro para el 1-0. La reacción de Racing nunca llegó: muy tibio, sufrió dos golazos colectivos y se rindió a los pies de Colón. Ganó el mejor y de yapa consiguió el pasaje a la Libertadores 2022. Merecido