Presión, lesiones y bienestar: el drama detrás del talento de Matías Abaldo

La historia de jugador uruguayo, licenciado en el Lobo platense por “cuestiones personales”, obliga a repasar la vorágine y la urgencia de resultados. La comparación con el Morro García y la decisión de “acompañarlo” para evitar el mismo final.

Presión, lesiones y bienestar: el drama detrás del talento de Matías Abaldo
Matías Abaldo celebrando un gol con la camiseta del Lobo platense. Hoy el jugador se encuentra alejado del juego.

En las últimas horas, las alarmas del fútbol argentino se encendieron con la preocupación que generó Matías Abaldo, uruguayo de 20 años de Gimnasia y Esgrima de La Plata. Quien fuera campeón mundial Sub 20 con el seleccionado charrúa en 2023 y hoy es uno de los grandes talentos que tiene el fútbol argentino, fue noticia por un aspecto negativo. Y grave. Se quedó afuera del amistoso del Lobo ante Defensor Sporting, apareció en la casa de su abuela y el club platense lo licenció “para atender cuestiones personales relacionadas con su bienestar”.

¿Qué pasó? “Matías está contenido por su familia y en las próximas horas será atendido por un psiquiatra. Estoy convencido que las lesiones no ayudaron a que esté bien (NdR: en los últimos meses una pubialgia lo alejó de las canchas) y también creo que yo tendría que haber estado un poco más cerca”, dijo Edgardo Lasalvia, su representante, en una reciente entrevista.

Así las cosas, el deporte y la salud mental como factores comunes al ser humano.

El español Andrés Iniesta, un caso emblemático de la depresión detrás del éxito en el fútbol.
El español Andrés Iniesta, un caso emblemático de la depresión detrás del éxito en el fútbol.

El deporte de alto crecimiento está asociado a altos niveles de presión y a una exigencia constante; a expectativas de rendimiento que muchas veces impactan significativamente en la salud mental de los jugadores. Y en el caso de Abaldo, las lesiones, sumadas a la distancia de su entorno familiar y las demandas de su carrera, parecen haber generado una sobrecarga emocional, que llevó a que el club de La Plata decida priorizar su bienestar psicológico, a través de un tratamiento psiquiátrico.

Pero no se trata solo de tratar los síntomas actuales. “También, la intención debe ser poder construir herramientas para manejar las demandas emocionales que va a tener en un futuro; ya sea a nivel deportivo o privado. Como profesionales de la salud mental nuestra responsabilidad pasa por fomentar espacios de diálogo, de estrategias preventivas y de promover una cultura donde estos deportistas se vean como personas integrales, con fortalezas y también con vulnerabilidades”, cuenta Joaquín Morello, Licenciado en Psicología.

“Los jugadores no somos robots”, dijo alguna vez el malogrado Morro García, en un contexto similar al de Abaldo, que muchos no supimos ver. “Ojalá, de una vez por todas, como sociedad, podamos dejar de hacer de estigmatizar a los deportistas como robots. Por ejemplo, las lesionas recurrentes no afectan solo el cuerpo, sino también la identidad”, amplía Morello.

"No queremos que le pase lo del Morro García", expresó el representante de Abaldo para graficar el momento que atraviesa el jugador uruguayo.
"No queremos que le pase lo del Morro García", expresó el representante de Abaldo para graficar el momento que atraviesa el jugador uruguayo.

Ese no poder competir genera frustraciones, tristezas y la sensación de pérdida o duelo. Este contexto, sumado a las presiones externas, agravan la situación. “Incluso, muchas veces, las presiones no llegan desde el exterior, sino del propio jugador; esa idea de éxito que muchas veces ellos internalizan, se puede convertir en estrés”.

¿Y cómo reconocer el problema y comenzar a afrontarlo? “Reconociendo los límites”, dice Morello. La mente tiene un punto de quiebre y la búsqueda de profesionales de la salud mental se vuelven factores determinantes donde apoyarse. “Aceptar que uno es vulnerable y mostrar debilidades es un acto de fortaleza en si mismo; es parte de nuestro autocuidado”, repasa.

“No queremos que le pase lo del Morro García, que por alguna situación que no pueda manejar se ponga una soga al cuello. La salud mental es fundamental. El dinero va y viene; yo quiero que Matías no se lastime, quiero verlo feliz”, confesó hace unas horas el representante de Abaldo, en referencia al suicidio del delantero uruguayo que supo brillar aquí en Mendoza y que en febrero de 2021 causó conmoción, expresando la verdadera dimensión del drama que por estas horas vive su familia.

El Morro, por entonces jugador de Godoy Cruz, estaba sumido en una depresión que se agravó al dar positivo de Covid-19, se quitó la vida con un arma de fuego y fue encontrado muerto en su departamento. De allí que Lasalvia no quiere repetir la historia. “Queremos sacar adelante a este chico en el aspecto humano. Estoy preocupado”, dijo y confirmó que en las próximas horas se reunirá con Mariano Cowen, presidente de Gimnasia, para analizar los pasos a seguir. “Que la gente de Gimnasia se quede tranquila por la parte económica porque no va a perder. Le vamos a devolver el dinero necesario. En todo caso pierdo yo. Acá lo importante es la salud mental, lo humano, la persona”, explicó el agente. Y sentenció: “Vamos a rodear a Matías de los tres o cuatro amigos de verdad que tiene para ayudarlo. Cuando sos jugador de fútbol te rodean muchas personas que no te quieren bien y muchas veces esas situaciones no se pueden manejar”.

Figura charrúa y un quiebre en su carrera

Trompeta Abaldo, como lo apodaron en Uruguay dado que simulaba tocar ese instrumento en sus festejos de gol, nació el 2 de abril de 2004 en Montevideo e inició su carrera en Defensor Sporting, uno de los clubes de la capital uruguaya. Allí, destacó rápidamente. Debutó con 17 años en el primer equipo y en esa misma temporada fue parte del plantel que devolvió al conjunto violeta a la máxima categoría.

Sus buenas actuaciones lo llevaron a integrar los seleccionados juveniles de su país y vivió el momento más importante de su naciente carrera al consagrarse en la Copa del Mundo Sub 20 que se desarrolló en Argentina. Tuvo participación en la fase de grupos con goles ante Irak e Inglaterra en los primeros dos encuentros.

Semanas después de la conquista, que llegó tras la victoria ante Italia que miró desde el banco de suplentes del estadio Único de La Plata, renovó su contrato con Defensor Sporting hasta finales de 2026 y fue cedido a préstamo a Gimnasia, que luego le compró el pase. Ahora atraviesa un momento de quiebre en su carrera.

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