Este martes, el Manchester City vivió una jornada surrealista en la Champions League al empatar 3-3 en casa contra el Feyenoord, luego de ir ganando 3-0. La remontada del equipo neerlandés dejó al borde de la frustración a Pep Guardiola, quien mostró una reacción inusitada durante el partido. A pesar de su compostura habitual, el entrenador español no pudo contener su ira y terminó con varias heridas en la cara.
Tras el encuentro, Guardiola se presentó ante los medios con visibles arañazos y, al ser consultado sobre el origen de las lesiones, ofreció una respuesta inesperada: “Sí, me lo hice con mi dedo aquí, con mi dedo. Quiero arruinarme a mí mismo, sí. Buenas noches. Estará bien”. La explicación vino acompañada de risas irónicas por parte del técnico, quien en ese momento reconoció que la bronca acumulada por el rendimiento de su equipo lo había llevado a agredir involuntariamente su propio rostro.
El mal momento del Manchester City
El resultado ante Feyenoord, que dejó al Manchester City en una situación complicada en la tabla de la Champions League, refleja la inestabilidad de un equipo que parecía tener el control del partido y terminó cediendo en los últimos minutos. Con ocho puntos en cinco partidos, el equipo inglés se encuentra en el puesto 15, y en este momento, debería disputar una fase de clasificación para avanzar a la siguiente ronda del torneo.
En la Premier League, el City también ha tenido dificultades esta temporada, ocupando actualmente la segunda posición, pero a ocho puntos del líder, Liverpool. La presión sobre Guardiola sigue aumentando, y este insólito episodio solo agrega más misterio a una temporada que hasta ahora no ha sido la esperada para el Manchester City.