Otros partidos que fueron suspendidos por inferioridad numérica en el fútbol argentino

Desde el recordado clásico rosarino entre Rosario Central y Newell’s hasta esta final del Trofeo de Campeones, un repaso de los encuentros que no terminaron por las expulsiones.

Otros partidos que fueron suspendidos por inferioridad numérica en el fútbol argentino
En 1997 el clásico entre Rosario Central y Newell's fue suspendido por inferioridad numérica.

La final por el Trofeo de Campeones entre Boca Juniors y Racing de Avellaneda tuvo un final abrupto, ya que el árbitro Facundo Tello dió por finalizado el encuentro antes de cumplir con el tiempo reglamentario porque el xeneize se quedó con seis jugadores en el campo de juego y no cumplir con la cantidad mínima de futbolistas que exige el reglamento.

Esta situación fuera de lo común no es la primera vez que pasa y tiene varios antecedentes en la Primera División del fútbol argentino.

El reglamento dice: “Un partido es jugado por dos equipos, cada uno de ellos con un máximo de once jugadores; de los que uno de ellos será el guardameta. El partido no comenzará ni proseguirá si uno de los equipos tiene menos de siete jugadores”.

La última vez que se suspendió un partido por inferioridad numérica fue el 23 de noviembre de 1997 en el clásico rosarino entre Rosario Central y Newell’s.

Ese día el Canalla goleaba 4-0 a la Lepra en el Gigante de Arroyito, que se quedó con seis jugadores y no pudo seguir el partido cuando faltaban 25 minutos y fue considerado por los hinchas locales como el “Día del Abandono”.

En Newell’s vieron la tarjeta roja Mariano Dalla Líbera y Julio Zamora en el primer tiempo, después Julio Saldaña y Claudio París también se fueron antes la vestuario por diferentes agresiones a jugadores de Central hasta que llegó el bochorno: el defensor uruguayo José Herrera salió “lesionado”.

Como el reglamento no permite jugar con menos de siete futbolistas, Roberto Ruscio debió dar por terminado el partido a los 20 minutos del segundo tiempo.

Un año antes, el 22 de septiembre de 1996, Newell’s fue protagonista nuevamente de una situación particular: vencía 2-0 a Banfield cuando fue suspendido a los 35 minutos del segundo tiempo porque el “Taladro” no contaba con el número mínimo de jugadores necesarios. Le habían expulsado a dos y se lesionaron tres, sin cambios disponibles.

El 11 de julio de 1993, otra vez la Lepra rosarina estuvo inmerso en un caso tan particular como estos. Fue en el Torneo Centenario contra Gimnasia La Plata. El Lobo ganaba 1-0 y fue suspendido a los 87 minutos, ya que Newell’s tuvo cuatro expulsados y, ya sin cambios, se le lesionó un futbolista.

Por último, el 23 de mayo de ese mismo año River le empató 2-2 el partido a Talleres en Córdoba, pero un hincha cordobés invadió la cancha para agredir al árbitro Javier Castrilli y eso desencadenó en un tumulto generalizado: el juez se puso en guardia para defenderse, ingresó la policía y en el medio también quedaron los jugadores, sobre todo de la T, que pedían eufóricamente que no se suspendiera el partido. En esos minutos de furia, el conflicto escaló rápidamente cuando Castrilli expulsó a Kenig, Ortega Sánchez, Fornero, Rivarola, Boldrini (todos de Talleres) y, posteriormente, decidió que el encuentro no siguiera. Tiempo después, el Tribunal de Disciplinas de la AFA le dio los tres puntos a River.

La última vez que se suspendió un partido en el fútbol argentino porque un equipo no tenía siete jugadores fue en el Ascenso, encuentro entre Tiro Federal y Atenas de Rio Cuarto en 2016, por el Torneo Federal B. El equipo santafesino ganaba 2-1 y el partido debió finalizar porque el árbitro Marcos Romera fue agredido por jugadores del equipo visitante, por lo que expulsó a ocho.

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