Sergio Romero arribó a Boca como la primera opción para adueñarse del arco del club de La Ribera, luego de la fallida renovación de Agustín Rossi. Hasta el momento, Chiquito, no tuvo acción y se pensaba que ante Quilmes por Copa Argentina iba a ser su debut, pero una molestia trabaría todo.
El ex Manchester United venía de una operación en su rodilla derecha y luego de una larga rehabilitación, ya estaba a punto para calzarse los guantes. Aunque en las últimas horas sintió una molestia en el mismo lugar y podría volver al quirófano, como pasó a principios de año.
La idea del cuerpo médico del Xeneize está debatiendo si es sometido o no a una intervención quirúrgica, para realizar una “limpieza” que le permitiría volver a entrenar en 20 - 30 días. En caso de volver a ser operado, no jugaría hasta 2023.
Esto trastoca los planes de Hugo Ibarra para el próximo encuentro ante el Cervecero el miércoles, donde iba a ser el estreno de Romero. Ahora el entrenador deberá decidir si mantiene a Rossi o le da lugar a Javier García o Leandro Brey.