Sin lugar a dudas Marcelo Bielsa es un director técnico que dividió las aguas en el mundo del fútbol, ya que es amado y odiado sin distinción de edades.
El “Loco” es considerado como uno de los grandes maestros para varios entrenadores como Pep Guardiola, Pablo Aimar o Gabriel Heinze y por futbolistas que fueron sus dirigidos y destacan que logró sacar lo mejor de ellos.
Después está la otra corriente: los resultadistas. Este grupo le critica al rosarino no haber tenido grandes logros en los equipos que dirigió y, sobre todo, la eliminación en primera fase del Mundial de Korea-Japón en el 2002.
Desde hace algunos meses Mendoza se transformó en una pista de aterrizaje de entrenadores “bielsistas” y que prometieron seguir la escuela del “Loco” como Diego Flores, Luca Marcogiuseppe y Ever Demaldé, casualmente tres entrenadores que fueron asistentes del rosarino, pero que cuando tuvieron que llevar lo teórico a la práctica no les fue tan bien, salvo al “Tano” con Gimnasia.
Excesos en el uso de la tecnología y poco sentido común a la hora de hacer algunos cambios para tratar de controlar el partido es lo que dinamitaron el futuro de algunos de los bielsistas que aterrizaron en Mendoza.
Como admirador de Bielsa, les pido que dejen de manchar al Bielsismo... haber trabajado un puñado de meses junto a uno de los entrenadores más respetados de los últimos años, no los hace bielsistas.
Diego Flores, el cordobés obsesionado con el GPS y que fue traductor de Bielsa
En Godoy Cruz está Diego Flores, quien trabajó con Bielsa en el Olympique de Marsella como asistente (o pasante, como reconoció el cordobés) y después lo siguió en el Leeds de Inglaterra, donde se ganó el apodo de “Traductor” porque le daba una mano al DT en las conferencias de prensa.
Flores adoptó de Bielsa el trabajo con los juveniles o jugadores jóvenes, prescindiendo de futbolistas de experiencia porque es más fácil que se adapten al sistema de juego del cordobés: vértigo y despliegue físico.
El cordobés tomó también la obsesión por la tecnología aplicada al fútbol que tiene su referente, ya que los GPS son casi una biblia para el DT tombino, quien muchas veces justificó ciertas situaciones o cambios en un partido según los informes que le arrojaban estos dispositivos.
Esto lo llevó a tomar decisiones que fueron, por lo menos, polémicas como la decisión que ubicar a Tomás Conechny (que la temporada pasada tuvo un alto nivel jugando como mediapunta o enganche) como carrilero por la izquierdo marcando Javier Cabrera de Argentinos Juniors… como alguna vez Bielsa hizo con Ariel Ortega “correteando” a Roberto Carlos. La manzana no cae lejos de la planta.
En esta oportunidad la explicación de Flores fue que Conechny fue el futbolista de Godoy Cruz que ganó en todos los aspectos del GPS (salvo en la cantidad de metros recorridos, ya que ahí el 1 fue el ‘Indio’ Fernández)… pero no tuvo ni un disparo al arco contrario.
Este tipo de decisiones o caprichos en esta segunda etapa lo dejan en la cuerda floja, todo lo contrario a la primera etapa en el Tomba, cuando se fue por ser demasiado ofensivo y no saber cerrar los partidos donde perdió puntos importantes (ganaba dos veces 3-1 y se lo empataron 3-3 y una vez ganaba 3-0 y se lo empataron 3-3).
Hoy nuevamente depende de un resultado para seguir al frente del equipo, aunque algo ya está roto en su relación con los hinchas y con una parte de la dirigencia tombina.
Ever Demaldé, el mendocino que le escribió una carta y se sumó al equipo del “Loco”
Ever Demaldé es un mendocino que en el año 2013, le envió una carta a Bielsa que estaba en el Marsella proponiéndole ser parte de su cuerpo técnico y, luego de una charla, el “Loco” lo aceptó en su equipo.
Antes de sumarse realizó un posgrado en dirección técnica de fútbol y se unió al grupo en la temporada 2014/2015 y luego se marchó a Arabia Saudita, también como colaborador.
Hace poco menos de una semana la dirigencia de Independiente Rivadavia despidió a Demaldé por la “falta de resultados” cuando apenas disputó ocho partidos al frente de la Lepra.
En esta oportunidad hay que decir que Daniel Vila y compañía nunca quisieron a Demaldé como entrenador del equipo y ante el primer tropiezo iban a despedirlo y traer un técnico a su gusto. Y para muestra vale un botón porque a los pocos minutos de despedido el sanmartiniano, era anunciado Alfredo Berti (otro hijo de Bielsa pero a diferencia del resto lo tuvo como entrenador) quien tuvo un gran paso por el club en el 2017 cuando el presidente era Vila… Agustín.
Si bien para criticar con bases a Demaldé harían falta más partidos, por eso sólo se hablará de resultados: dos triunfos, tres empates y tres derrotas… no es una campaña para echar un técnico.
Luca Marcogiuseppe, el que mejor llevó a la práctica la doctrina bielsista
Otro admirador de Bielsa que hizo todo lo posible para cumplir su sueño de trabajar con el “Loco” y lo logró después de una charla que mantuvo en una conferencia.
Trabajó como scounting en el Athletic Bilbao y después analizó cientos de videos de los rivales y colaboró con diferentes tareas en los entrenamientos.
Este entrerriano fue el bielsista al que mejor le fue en Mendoza, ya que con Gimnasia peleó el ascenso a la Liga Profesional, pero el diferencial de Marcogiuseppe en relación a Diego Flores y Ever Demaldé es que se adaptó a los futbolistas que tenía y no al revés y los resultados quedaron a la vista.
De los “alumnos” de Bielsa fue el que mostró algo más parecido a la ideología del “Loco”, ya que el Lobo tenía una identidad clara (jugaba bien y era ofensivo, sin caer en tener un equipo atlético dentro de la cancha) y eso lo llevó a ser uno de los mejores equipos del ascenso en el 2022… y es uno de los nombres que suena para reemplazar a Flores en el banco de Godoy Cruz.
