“Gimnasia y Boca juegan hoy en los Azules por el pase de Felman”, titulaba Los Andes del miércoles 9 de abril de 1975 a modo de marquesina. Y no era para menos, en el teatro de Avenida Las Tipas, iban a coincidir nada menos que Víctor Antonio Legrotaglie y Tomás Felipe Carlovich, el Víctor y el Maestro. Fútbol champagne en su estado más puro. La foto “carnet” típica de Legrotaglie con la casaca blanquinegra encabezaba el anuncio. Con El Víctor de titular, el Lobo venía de perder el domingo anterior ante San Martín en el Este por 2 a 0. Unas líneas más abajo, el Gitano mostraba su estampa de crack con la casaca del Azul del Parque. El sábado anterior, con el Rey como gran figura, la Lepra había empatado ante Argentino en el Gargantini. Dios los había criado y el fútbol los unía...
“El público asistente tendrá oportunidad de ver en acción, por primera vez juntos, a una figura ya legendaria del fútbol mendocino y a ‘El Rey’ Carlovich, verdadero cerebro de la ‘Máquina Azul’. Enfrente estaba nada menos que el Boca de Rogelio Domínguez, un tanto alicaído por su flojo rendimiento en el campeonato Metropolitano (River era el por entonces puntero y luego lo ganaría). Domingo ‘Conejo’ Rogel era otro de los futbolistas mendocinos que sería de la partida en el elenco xeneize.
Dos días antes del encuentro, el lunes 7 de abril, Darío Luis Felman se adelantaba a la llegada de la delegación boquense y Los Andes era testigo del emocionado abrazo con su madre en el aeropuerto El Plumerillo, que no veía a su hijo desde febrero. Darío había viajado directamente desde Salta a Buenos Aires luego de haber integrado la Selección del Interior dirigida por César Luis Menotti.
La crónica de Los Andes de la época
“En los primeros minutos impresionó mejor el equipo Metropolitano, pero todo fue que Legrotaglie y Carlovich encontraran la pelota para que el ritmo del partido lo marcaran los hábiles volantes. Ritmo lento, pausado y que solo se aceleraba cuando eran habilitados los punteros Muñoz y Salguero. Fue precisamente Salguero el que exigió a Vidallé en la primera intervención de riesgo sobre los 5 minutos. Al lesionarse Ferrero sobre el cuarto de hora entró García Cambón y funcionó bien la dupla con Potente, tan promocionada, y que era la principal arma ofensiva de Boca.
Al promediar la etapa ya Gimnasia funcionaba bien en todas sus líneas. Ibáñez respaldaba la gestión de sus compañeros del mediocampo Carlovich y Legrotaglie y ambos llegaron más arriba produciendo las mejores jugadas del partido, la más vistosa, de buen fútbol, tal como se suponía de estos dos exquisitos.
Pese a ello fue Boca el que llegó primero a la red, cuando una desinteligencia en la extrema línea mensana fue aprovechada por Felman. Gimnasia se jugó por el empate y se volcó a una tenaz ofensiva, Carlovich sacó un remate desde afuera del área que Vidallé no alcanzó a contener y Genolet marcó el empate con un cabezazo.
Numerosas variantes introdujo Gimnasia en el complemento, cambiando fundamentalmente su fisonomía. Hubo menos fútbol, menos toque, pero hubo más piernas y se corrió con más intensidad.
“Pudo ganar cualquiera de los dos”, declaró el DT Domínguez. No coincidimos, ya que Gimnasia y Esgrima venció merecidamente, pese a que su trabajo tuvo dos fases dintintas en los dos períodos. En el primer tiempo fue superior con el toque de Legrotaglie y de Carlovich. En el complemento su trabajo habrá sido más rústico, casi sin exquisiteces, pero sobrio y desbordante, a la vez que efectivo. Boca demostró su mal momento justificando sus 13 puntos en el Metropolitano”.
Dos cracks sin tiempo
Pese a que fueron ídolos de veredas opuestas y acérrimos rivales como Gimnasia e Independiente, Legrotaglie y Carlovich eran muy amigos. Una amistad que nació cuando el rosarino vivió en Mendoza y jugó para la Lepra en la década del ‘70. “Cada vez que venís para acá se olvidan de mí”, me dijo Víctor la última vez que anduve por Mendoza -contó el Trinche desde su casa, en Rosario hace varios años-. Cuando fui allá, con unos amigos comimos en su casa. Llegamos y el Víctor me dijo: “Ustedes tienen que venir más seguido”. ¿Por qué?”, le pregunté. “Porque nunca tuve la heladera tan llena como ahora para recibirlos”.
De hecho, el Víctor no olvidó el gesto de Carlovich quien -recién operado de la cadera y caminando con muletas, viajó desde Rosario en 2006 para acompañarlo en el homenaje de sus 50 años con el fútbol.
Recuerda que lo abrazó y le dijo: “El Rey es usted, Maestro”. Para Carlovich, el Víctor siempre fue un jugador “humilde y sencillo”, que tenía 12 velocidades y nunca se sabía qué podía inventar dentro de una cancha.
El Rey en el recuerdo
En 2012, este periodista fue testigo de un encuentro único entre Víctor Legrotaglie y Tomás Carlovich. Fue en un hotel cercano a la Terminal de Ómnibus de Mendoza. “Para mí es un honor, un orgullo y una satisfacción recibir al Rey porque al margen de ser lo mejor que dio el fútbol, es un amigo excepcional. Esas cosas hicieron que fuera lo máximo, porque ‘Carlo’ fue un jugador maravilloso, de esos que hoy no hay. Jugar con él era muy sencillo”, comenzó diciendo esa tarde el Maestro ante la pregunta de Los Andes y la presencia del propio Trinche, quien horas después se retiró a Rosario y lo acompañó hasta el andén. Como no podía ser de otra manera, el Víctor hizo mención al partido de referencia: ”No me voy a olvidar nunca de un amistoso que jugamos contra Boca en la cancha de la Lepra, ganábamos 2 a 0 y el técnico de Boca se metió a la cancha a pedirle al árbitro que sacara a uno de nosotros dos porque si no retiraba el equipo. También se enojó el ‘Tano’ Pernía, se pusieron nerviosos y nosotros con el apoyo de la gente buscábamos el túnel y todas esas cosas lindas que hacía el Rey. Tenía una técnica y una visión de juego que no le hacía falta correr. ¿Si fue mejor que Maradona? Sí, no lo vamos a desmerecer al Diego, pero yo lo dije en mi libro: el mejor jugador que vi en mi vida fue Carlovich”.
Otra anécdota del Víctor y el Trinche
“Nos hablan de Independiente para estar con el Tucho Méndez y otras figuras en un partido especial. Fuimos a buscar a Carlovich a Rosario. Cuando veníamos la nafta se nos terminó por Sampacho. No teníamos ni un mango para el combustible. Al lado de la estación de servicio había unos pibes jugando al fútbol. La pelota cayó cerca de mí y mandé un puntazo hacia arriba, el rey Carlovich y el Tucho se prendieron. La gente que nos vio quedó maravillada y nos cargaron la nafta gratis y nos dieron guita para seguir”.
SÍNTESIS
GIMNASIA 2 BOCA 1
Enrique Juan Reggi
Rafael Giardini
Alberto C. Guayama
Ángel Mauricio Badía
Oscar Enrique Haack
Víctor Legrotaglie (c)
Juan Carlos Ibáñez
Tomás Carlovich
Oscar Muñoz
Orlando E. Genolet
Carlos Salguero
DT: Víctor A. Torres
Enrique Vidallé
Vicente Pernía (c)
Roberto Mouzo
Roberto Rogel
Alberto Tarantini
Jorge José Benítez
Marcelo Trobbiani
Osvaldo Potente
Darío Luis Felman
Héctor A. Bailetti
Enzo Ferrero
DT: R. Domínguez
Estadio: Bautista Gargantini.
Goles: Pt; 26′ Felman (B) y 36′ Genolet (GyE). St; 36′ Salguero (GyE).
Ingresaron. En Gimnasia: Ciro Lucero, Osvaldo Mesa, Francisco Vicino, Walter Martín, Humberto Magallanes, Carlos Secundino Benítez y Ernestro Miranda. En Boca: Luis La Fuente, Ricardo Bertolé, Juan Carlos Nani y Carlos García Cambón.
Árbitro: Orlando Vicente González.
Recaudación: $210.980.
En esos días del partido, las dirigencias de Gimnasia y Boca sellaban el acuerdo por la transferencia a préstamo del delantero Alfredo Letanú del Xeneize al Lobo a cambio de “diez millones de pesos viejos”. Una fortuna