Es el pibe de la casa, el chico que viste los colores del club desde las inferiores: el Nico, el Romanito como todos suelen llamarlo a Nicolás Romano.
Figura indiscutible del último partido de la etapa regular del torneo de Primera Nacional frente a Almagro, en el cual, Nico, convirtió dos goles y una asistencia al Tanque Silba, quien también volvió al gol.
Son días de mucha concentración y de ajustar detalles en Gimnasia y Esgrima, que mañana desde las 17, enfrentará a Estudiantes de Caseros en un partido único por los octavos de final del Torneo Reducido, que promociona el segundo ascenso a la Liga Profesional.
El Lobo tiene ventaja deportiva, si el partido finaliza empatado, se clasificará Gimnasia. El encuentro se jugará en el estadio Víctor Legrotaglie.
Romano, jugaba al fútbol de salón y después de pasar un año por Municipal de Godoy Cruz, decidió probarse en el Lobo con 13 años. Desde entonces los colores del Mensana lo identifican tanto a él como a su familia.
“Son días muy lindos, ha sido una muy buen semana de entrenamiento con el grupo, donde hay muy buen momento, ánimo y una gran relación entre todos”, comentó a Los Andes, Nico Romano.
- Vas a jugar tu tercer torneo Reducido consecutivo con el Lobo, ¿Cómo se viven los días previos?
- Bien, tranquilo. En lo personal aún no se despierta esa ansiedad por jugar, como me suele pasar. Uno se distiende un poco mientras entrena, aunque esto es lo que a mí me pasa. Después del último entrenamiento comienzo a concentrarme mucho más en el partido y a pensar en cómo jugar, ahí, aparece un poco la ansiedad.
- El equipo como se encuentra, ¿Cómo se siente para este gran desafío?
- Bien, muy bien, concentrado y sabe lo que quiere. Hemos hecho un torneo de menor a mayor y hoy, nos encuentra en un gran momento y eso es fundamental para esta instancia del torneo. Hay una excelente relación entre todos. Por eso en este grupo todos sabemos muy bien que queremos.
- Frente Almagro volviste hacer goles, ¿En lo personal, ayuda para lo que viene ?
- Necesitaba tener un partido así, convertir goles y ayudar al equipo. Estoy muy contento por los goles y además, pude asistir al Tanque Silba, para que pudiese volver al gol. Porque él es muy importante para el equipo. Nos conocemos mucho y nos entendemos bien. En mi familia estaban todos contentos por ese partido. Es que mis viejos, mi novia y mis hermanos sufren a la par mía. Cuando las cosas no me salen son ellos los que están para charlar y levantarme. En la vida del jugador es más lo que se pierde que lo que gana. Y ellos (su familia), saben lo que me ha costado llegar a tener este presente como jugador. Por eso, si hay alguien a quien tengo que agradecerle por el gran apoyo, es a ellos.
- Son más de 100 partidos jugados con la camiseta del Lobo, ¿Lo imaginabas algunas vez?.
- En el mes de julio cumplí los 100 partidos con el club, me parece todo increíble. Es se fue dando todo de a poco y hoy, me he consolidado entre los titulares en el equipo. Alguna vez soñaba con jugar en primera, pero nunca me imaginaba un momento así; ser un jugador profesional como lo hoy soy. Porque lo más difícil es poder mantenerse y es algo que cuesta mucho trabajo, lo cual, es un orgullo para mí.
-Terminar el torneo con un gran triunfo de cara al Reducido, ¿En lo anímico, suma?
-Realmente fue importante este triunfo, por la manera que ganamos y los goles que hicimos. En los últimos partidos del torneo no se nos habían dado los goles, donde estábamos todos ilusionados con la primera final porque veníamos muy bien, después no se nos dieron algunos resultados y al final decidimos poner el foco en el Reducido. Pero el triunfo frente Almagro nos da y nos permite un golpe anímico importante para estas instancias.
- ¿Te ilusionás con el ascenso?
-Sí. Uno siempre está ilusionado y los chicos también en el equipo. Pero hay que ir partido a partido, porque todos estos rivales son difíciles y el nivel es muy parejo. Por eso hay que estar concentrado porque una distracción te deja afuera.